La Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (ABAQUA) ha publicado un informe técnico sobre la Bahía de Portmany, elaborado por la Fundació Universitat-Empresa de les Illes Balears (FUEIB) junto con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA). El trabajo, centrado en la turbidez del agua y su calidad microbiológica, recoge datos recientes y consolida información de distintas fuentes para conocer mejor la situación actual de este entorno costero. El informe confirma que la bahía de Sant Antoni está sometida a influencias naturales y humanas que afectan temporalmente la calidad del agua. No obstante, los valores observados no indican una situación crítica ni irreversible.
El estudio ha combinado distintas herramientas y tipos de información para evaluar el estado de las aguas, entre ellas: campañas de muestreo desde embarcaciones y puntos costeros; revisión de registros hidroquímicos y microbiológicos de más de 15 años (2008–2024); uso de imágenes satelitales del satélite Sentinel-2 entre 2018 y 2024; incorporación de modelos físicos con datos sobre corrientes marinas, viento y oleaje; y análisis de la calidad de las aguas subterráneas en más de diez puntos próximos a la costa.
En total, se han considerado decenas de series de datos, varias campañas in situ, más de 50 imágenes satelitales y múltiples capas de información ambiental y urbana. Todo ello ha permitido obtener una imagen precisa del comportamiento de la bahía, tanto en condiciones normales como tras episodios de lluvia o viento.
El análisis constata que la turbidez se incrementa con las lluvias intensas y la resuspensión del fondo, especialmente en la zona norte del puerto, aunque en condiciones normales se mantiene dentro de los niveles habituales para una bahía urbana. En cuanto a la calidad microbiológica, los niveles de bacterias son en general bajos y cumplen la normativa, con pequeñas oscilaciones en zonas puntuales. Las concentraciones de nutrientes y fitoplancton se sitúan dentro de los valores típicos del Mediterráneo, aunque se detectan aumentos esporádicos tras ciertos episodios que pueden dar lugar a pequeñas proliferaciones de algas. Por su parte, las praderas submarinas, aunque fragmentadas en algunas zonas, mantienen una presencia relevante, especialmente en las áreas más profundas o menos alteradas.
El informe destaca que, a pesar de las presiones sobre el ecosistema, la situación actual permite trabajar con margen para preservar su valor ecológico y social.
A partir de estos datos, el estudio propone medidas sencillas y alcanzables para evitar un deterioro mayor en el futuro. Entre las recomendaciones, ABAQUA subraya el avanzado estado de tramitación del proyecto de renovación del sistema de saneamiento en alta de Sant Antoni de Portmany, desde el núcleo urbano hasta la EDAR de Ses Païsses, actualmente en fase final de autorizaciones, así como la futura instalación de una Estación de Regeneración de Aguas en Ses Païsses. Ambos proyectos cuentan con financiación aprobada en la última convocatoria del ITS de 2024.
Asimismo, se destaca la restauración operativa del emisario de Caló de S’Oli, finalizada en 2024, y la licitación actualmente en curso para su reparación estructural, que incluye la reposición de anclajes y la realineación del tramo situado a más de 34 metros de profundidad.