El Informe Foessa, de Cáritas Diocesana Regional de Baleares, presentado hoy, revela que el 19% de la población de Baleares, más de 233.000 personas, viven una situación de exclusión social, un porcentaje que apenas ha mejorado desde 2018.
Aunque la exclusión severa se ha reducido un 13%, un total de 94.000 personas continúan atrapadas en situaciones extremas.
Foessa subraya que, pese a los avances económicos, la recuperación no se traduce en bienestar social, afectada por el aumento de la precariedad residencial, el debilitamiento de la participación social y el mantenimiento de amplias zonas de vulnerabilidad.
Estos son algunos de los datos más relevantes que ha compartido el sociólogo y miembro de la Fundación Foessa y del equipo de estudios de Cáritas Española, Thomás Ubrich, en la presentación del informe, elaborado por un equipo multidisciplinar de 140 investigadores procedentes de 51 universidades, centros de investigación, fundaciones y entidades del Tercer Sector, tras evaluar el resultado de una amplia encuesta realizada en 834 hogares de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, con una muestra total de 2021 personas.
Además de este informe sobre la situación de Baleares, Foessa ha elaborado un estudio territorial específico sobre exclusión y desarrollo social en Ibiza, que será presentado a mediados de enero.
El informe habla de que “no fallan las personas, falla el sistema”, ya que la mayoría de hogares en exclusión activa estrategias para salir de su situación, pero se encuentra con barreras estructurales y dispositivos fragmentados.
La vivienda, el principal motor de desigualdad. Un “derecho fake”
La vivienda es el centro de la exclusión en Baleares. El 29% de la población sufre exclusión residencial. Entre 2018 y 2024 el precio de la vivienda ha aumentado un 41%, con subidas muy superiores en obra nueva. El alquiler medio se sitúa ya en 1.598 euros al mes, un 31% más que en 2019, y más del 60% de los inquilinos destina más del 30% de sus ingresos a cubrir la vivienda.
Como consecuencia, 46.000 hogares caen por debajo de la pobreza severa tras pagar alquiler y suministros. Además, 110.000 personas residen en viviendas inseguras y 100.000 en viviendas inadecuadas o hacinadas. Las zonas más tensionadas se sitúan especialmente en Ibiza.
En efecto, de entre todos los municipios de más de 20.000 habitantes, aquellos con un precio más alto de la vivienda en alquiler se corresponden con los municipios de Ibiza, Sant Josep y Santa Eulària.

El informe señala que la vivienda es hoy el gran cuello de botella de la integración social y reclama políticas ambiciosas para ampliar el parque público y frenar subidas abusivas, al considerar que el acceso a la vivienda se ha convertido en un “derecho fake”.
El empleo crece, pero no integra
El informe señala que Baleares ha creado empleo en los últimos años, pasando de 560.000 a 607.000 personas ocupadas desde 2018. Sin embargo, este incremento no mejora la integración social.
Los salarios han subido un 20% en términos nominales, pero solo un 3,3% en términos reales, debido al aumento del coste de la vida.
La exclusión entre personas ocupadas ha crecido con fuerza, pasando de una de cada diez a casi una de cada siete. Esto confirma que la precariedad laboral y los salarios insuficientes impiden que el empleo actúe como vía de salida de la exclusión, especialmente en sectores de servicios, con alta parcialidad involuntaria y contratos inestables.
FOESSA identifica aquí una de las principales paradojas: Baleares crea empleo, pero no reduce la exclusión social.
Infancia, juventud y población migrante, los más afectados
El informe detecta brechas que agravan la desigualdad. Las personas de nacionalidad extranjera presentan tasas de exclusión del 31%, más del doble que la población española. Los menores y jóvenes también figuran entre los grupos más vulnerables: el 24% de los menores de 18 años y el 26% de las personas entre 18 y 44 años viven en exclusión.
Los hogares con menores representan dos tercios de la población excluida en las Islas. Además, la discriminación afecta a uno de cada cinco hogares, y casi uno de cada dos entre aquellos en exclusión; el 88% afirma haber perdido oportunidades laborales o relacionales a causa de ello.
Servicios sociales con baja utilización
El uso de los servicios sociales continúa disminuyendo: solo el 7% de la población acudió en 2024, frente al 13% de la media estatal. Incluso entre quienes más lo necesitan, la tasa es inferior a la española. FOESSA detecta también un grave déficit en el sistema de garantía de ingresos. El Ingreso Mínimo Vital solo alcanza al 35% de las personas en pobreza severa en Baleares y el 66% de los hogares en esa situación nunca ha recibido información sobre la prestación.
La renta mínima autonómica (RESOGA) ha sufrido un retroceso drástico, pasando de cubrir al 1% de la población en 2018 a solo el 0,44% en 2024. Esta combinación genera un “agujero informativo y administrativo” que deja sin protección a miles de hogares en situación de fragilidad.
Un nuevo pacto social que ponga la vida y los cuidados en el centro
El informe concluye que el modelo social actual está agotado: produce desigualdad, precariedad, aislamiento y una creciente desconfianza social.
Ante ello, FOESSA reclama un nuevo pacto social basado en el cuidado, la justicia social y la sostenibilidad ecológica. Propone políticas que actúen sobre las raíces de la desigualdad, con especial atención a la vivienda, el empleo digno, la protección social, la integración de la población migrante y el fortalecimiento del tejido comunitario.
El mensaje final del informe apunta que Baleares puede seguir avanzando hacia una sociedad más desigual y fragmentada o apostar por un nuevo modelo que coloque la vida, los cuidados y el bien común en el centro de la acción pública.
La Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) fue creada por Cáritas Española en 1965 con el objetivo de servir a la sociedad a través de la realización de estudios de investigación sobre la realidad social, cultural y económica de España.
El informe completo se puede consultar aquí.






