Los sindicatos CCOO y USAE han denunciado la falta de equipamiento básico en las ambulancias de transporte no urgente en Ibiza, gestionadas por la empresa pública GSAIB (Gestión Sanitaria de las Islas Baleares), tras un nuevo caso en el que uno de estos vehículos ha tenido que atender una parada cardiorrespiratoria sin los medios necesarios para realizar una toma de constantes vitales. El suceso ha tenido lugar hoy, durante un traslado programado hacia un centro de hemodiálisis y, según explican desde ambos sindicatos, el desenlace pudo ser estabilizado gracias a la actuación profesional del técnico a bordo, que intervino en solitario.
El sanitario, relatan, realizó maniobras de reanimación y solicitó refuerzos tras detectar el deterioro del paciente, pero no disponía ni de un tensiómetro ni de un pulsioxímetro para evaluar al afectado. José Manuel Romero Ortigosa, delegado de CCOO, subraya que, por desgracia, no es la primera vez que ocurre una situación similar, ya que estos vehículos trasladan a pacientes especialmente vulnerables —como personas mayores que acuden a diálisis o rehabilitación— y cualquier descompensación puede convertirse en una emergencia. “No estamos cargando paquetes, estamos transportando personas que pueden descompensarse en cualquier momento. Lo mínimo que pedimos es poder medir una tensión, una glucemia o una saturación”, afirma. La situación, denuncian, se arrastra desde hace más de un año y medio sin avances. “Es lamentable que una intervención como la de hoy tenga que recordarnos que estamos hablando de vidas humanas”, agregan.
Romero denuncia también un agravio profesional. Aunque los trabajadores cuentan con la titulación oficial de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES), son clasificados por GSAIB como Técnicos en Transporte Sanitario (TTS), una categoría inferior. Esto implica que no reciben el plus de difícil cobertura —valorado en unos 200 euros— ni la puntuación correspondiente en las bolsas públicas de trabajo, lo que perjudica su desarrollo profesional frente a compañeros de la misma empresa. “Estamos hablando de trabajadores con la misma titulación y funciones similares, pero con condiciones laborales distintas dentro de la misma empresa”, ha subrayado.
Desde USAE, el delegado sindical José Manuel Maroto recuerda que, en múltiples ocasiones, cuando las ambulancias de urgencias están saturadas, se solicita apoyo a las conocidas como “ambulancias blancas”. “Nos llaman para atender intoxicaciones, personas indispuestas en la vía pública o accidentes de tráfico. Y, sin embargo, no se nos equipa ni se nos reconoce como lo que somos”, afirma.
Ambos sindicatos coinciden en que estas unidades de transporte sanitario son las que más kilómetros recorren y, con frecuencia, las primeras en llegar ante un incidente. Sin embargo, no disponen ni siquiera de un tensiómetro, glucómetro o pulsioxímetro. “Lo que pedimos no supera los 100 euros por ambulancia, pero marcaría la diferencia a la hora de prevenir complicaciones y ofrecer una atención segura y digna”, añade Maroto, quien recuerda que, aunque las ambulancias en Baleares están entre las mejor dotadas del Estado, las de transporte no urgente “siguen sin contar con lo básico para actuar ante una urgencia”.