Un vecino de Formentera ha denunciado la presencia de embarcaciones y motos de agua circulando a gran velocidad dentro de una zona delimitada para bañistas, poniendo en riesgo la seguridad de las personas.
Los hechos sucedieron ayer por la tarde, alrededor de las 19:30 horas, en la zona del racó de ses Pedreres – racó de sa Pujada, justo donde se encuentran los últimos varaderos del racó.
En uno de los vídeos es donde se ve el comportamiento más temerario: la moto entra en la zona a toda velocidad y pasa muy cerca de un bañista, momento en el que reduce la velocidad. El bañista recibe toda la estela de espuma y la ola que deja la moto de agua, que no debería estar ahí y mucho menos a esa velocidad. Todo ante la atónita mirada de unos chavales en una tabla de paddle surf y de los bañistas en la orilla. Alguno le grita: «¡gilipollas!» y se escucha algún grito más, ininteligible, de las personas que presencian la escena y se temen lo peor.
En la imagen inferior, a pesar de que la calidad del vídeo se reduce al hacer zoom, se puede apreciar mejor lo cerca que pasó del bañista.
Según las imágenes captadas por el denunciante, motos de agua irrumpen a pocos metros de la orilla, en un espacio claramente delimitado por boyas, donde la navegación está prohibida. Esta práctica, además de incumplir la normativa marítima, supone un peligro evidente para bañistas y practicantes de deportes náuticos.
El testigo ha facilitado vídeos y una descripción detallada de los hechos que desgraciadamente no son aislados, ya que los compañeros de RàdioIlla de Formentera también han dado cuenta de actividades similares este verano en la costa de la isla.
El mismo denunciante tiene imágenes de hoy de la zona de Es Caló con prácticas «invasivas» similares. El objetivo de las denuncias es que se tomen medidas y se intensifiquen los controles para evitar que este tipo de infracciones se repitan durante la temporada estival.
El impacto directo de una moto, que puede pesar hasta 400 kilos, sobre un bañista puede causar fracturas, traumatismos craneoencefálicos o lesiones internas graves. Pero es que el peligro no está solo en un impacto directo: las hélices o el chorro de propulsión pueden provocar cortes y heridas profundas, por no hablar de la fuerza de succión o del oleaje generado pueden desestabilizar a personas, especialmente niños o personas mayores. Incluso sin llegar a tocar a nadie, la simple proximidad de una moto a gran velocidad genera miedo y ansiedad al bañista.