El hallazgo de un flamenco muerto en los humedales del Camí des Brolls, junto al Parque Natural de ses Salines de Formentera, y el hecho de la «práctica ausencia» este verano de nidos de avoceta y cigüeñuela en la zona han reavivado la preocupación vecinal por el vertido de aguas residuales que se produjo durante varias semanas desde la depuradora de Formentera hacia s’Estany Pudent.
El cadáver del ave lleva ya un tiempo en uno de los estanques colindantes al camino, un enclave protegido de alto valor ecológico. «En julio empezó a brotar agua sucia hacia los humedales del Camí des Brolls por una rotura del emisario de la depuradora», asegura una residente en la zona, que considera que la prolongada presencia de aguas residuales «tiene relación directa» con la reducción de la nidificación. «Este año los nidos de avoceta y cigüeñuela brillan por su ausencia», lamenta.

El pasado mes de agosto, agentes de Medio Ambiente de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural levantaron dos actas tras inspeccionar la zona, después de que varios vecinos denunciaran la filtración de líquidos de color marrón y fuerte olor. «Dijeron que era una reparación pero sabemos que el vertido llevaba ya muchos días, era una avería que estuvo vertiendo sin control», remarcan los vecinos.
Hay que recordar que el enclave afectado, el Camí des Brolls, bordea la orilla de s’Estany Pudent, el mayor lago salino de Formentera y uno de los principales refugios de aves acuáticas de Balears.

Ante la aparición del flamenco muerto y las nuevas quejas vecinales, este medio ha solicitado a la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural información sobre el resultado de las analíticas realizadas en la zona y sobre las causas y consecuencias del vertido.






