El responsable de marina mercante de CCOO, Cristian Castaño, ha advertido de lo que puede ocurrir si no se respetan los periodos de descanso de las tripulaciones de Salvamento Marítimo en Baleares: «Un día nos vamos a encontrar con un accidente y los rescatados seremos nosotros».
El representante sindical ha subrayado la presión a la que están sometidos los trabajadores por el esfuerzo «físico y psíquico» que demanda la actividad de salvamento, incrementada en los últimos años por la llegada de pateras, que se ha sumado a los rescates de otro tipo de embarcaciones.
En lo que va de año han llegado 385 pateras a Baleares con un total de 7.174 migrantes a bordo, una cifra que ya supera en un 25 % la del conjunto de 2024.
Castaño ha aclarado que no les gusta «hablar de migrantes» porque «son personas que rescatas en el mar» como pueden ser los ocupantes de «un buque de pesca, un yate que se ha quedado a la deriva o un buque mercante».
Lo que le diferencia, ha añadido, son las expresiones de «sufrimiento, de cansancio, de horror» que transmiten los ocupantes de las pateras, especialmente los migrantes subsaharianos que «vienen de zonas muchísimo más lejanas, con una gran caminata durante mucho tiempo, donde han sufrido todo tipo de atropellos».
«Es la impresión emocional que te queda al rescatar a estas personas. Hay que estar ahí para verlo, psicológicamente es duro. Aunque puedes llevar tiempo dedicándote a esto, es algo a lo que nunca te acostumbras», ha explicado.
El representante sindical ha recordado que los agentes de Salvamento son la «primera mano que se tiende» a los migrantes, con «primeros auxilios, abrigo, algo de bebida, lo que sea», muchas veces después de rescates «muy complejos y muy delicados».
«Estás en una embarcación que está moviéndose, que sube y baja, y la otra lo mismo. Acercarse a ella tiene que hacerse con mucho cuidado, porque si le das un golpe a lo mejor la puedes partir. Son unidades de muy dudosa construcción», ha detallado Castaño, que ha añadido: «Hay que tener las agallas, la sangre muy fría y estar muy concentrado todo el tiempo para no perder de vista nada».
Ha remarcado que si se considera también que muchos rescates se realizan de noche, cada trabajador de Salvamento Marítimo merecería un premio. «De verdad, hacer estos rescates es muy difícil, muy complejo y lo que estás rescatando son vidas, son personas», ha destacado.
El representante sindical ha aclarado que los tripulantes son marinos y que no se pueden tirar al agua en caso de incidente, aunque sí pueden lanzar todos los elementos de flotabilidad de los que disponen para que las personas «se agarren y permanezcan a flote».
No tiene constancia de ningún incidente durante un rescate de una patera en aguas de Baleares. Otra cuestión, ha indicado, son los casos en que los migrantes «informan a las autoridades de tierra de que en la unidad venían 24 y sólo han desembarcado a 12, porque el resto fallecieron», ha lamentado.
Por todo ello, ha insistido en la importancia de que se respeten los periodos de descanso para que las tripulaciones «puedan estar al 100 %, porque este servicio exige una concentración tremenda”.
En esta línea, ha explicado que hay cuatro tripulantes por embarcación que trabajan una semana y otra descansan, ya que cada barco cuenta con dos tripulaciones.
Castaño propone medidas como incrementar las tripulaciones por cada barco de salvamento, pasando de dos a tres, o disponer de más unidades en las zonas problemáticas, para que no sea siempre la misma barca la que tenga que realizar los rescates en estos puntos con mayor demanda.
EFE






