El secreto de los sillones, contracrónica del pleno de Vila

@Bea Roselló / El pleno del Ayuntamiento de Vila lo esperaba con un tanto más de chicha. Pero, a pesar de todo, la ex ex alcaldesa Marienna Sánchez Jáuregui no defraudó. Cuando ya habían transcurrido tres horas de sesión, tomó la palabra para hacer una de esas intervenciones que pasarán al historial de esta legislatura. Y es que a pesar de la reprimenda del juez Espinosa en su auto por el rifirrafe de la publicidad institucional, Jáuregui señaló que, puesto que se ha declarado “mi buena intención, todos los regidores de esta sala y que formaron parte de este repugnante complot [para acabar con ella] deberían hacer una reflexión”. Y así, uno por uno, Sánchez Jáuregui arremetió contra todos.

“Usted [a Lurdes Costa] gastó en publicidad cuatro millones de euros y según documentos oficiales no existen expedientes de contratación que amparen esto entre 2007 y 2011. Si no lo explica o no lo recuerda se lo refrescaremos con documentos oficiales”. Al portavoz de McEpic, Toni Villalonga, lo tildó de ser “más papista que el papa” y le recriminó el cobro de cerca de 86.000 euros de 2004 a 2010 por parte del Ayuntamiento de Vila. Con su exsocio de gobierno, el PREF, Jáuregui fue un tanto más dura: “Ruego que no mientan porque los ciudadanos no se lo merecen. En un alarde de moralidad me dejó en minoría usted, que intencionadamente y sin escrúpulos estuvo dispuesto a inferir al secretario de la corporación para manipular un informe para que me imputaran, así que no mienta a la ciudadanía”, espetó a Rodrigo.

Y fue más allá: “No en mucho tiempo van a conocerlo mejor por sus actos y gestiones”, augurando así nuevos capítulos a esta historia interminable sobre las facturas. Y en sus respuestas, Lurdes Costa le recordó a Jáuregui que de complot “nada, porque la confianza nunca se la dimos”, mientras que Vicent Ferrer (ExC), que también cayó en el sacó de la ex ex alcaldesa por formar coalición con el PSOE la pasada legislatura, le recordó que se pagó “un trabajo que no se hizo”.

Villalonga, por su parte, se dirigió a la que fuera primera edil ofreciendo una imagen un tanto desapacible: “Usted piensa: ‘estoy en el barro, voy a chapotear a ver dónde salpico’. Cada uno entra y sale como cree oportuno”. Y con esta imagen, el pleno llegaba a su final sin antes la precisión de Jáuregui: “Yo no estoy en el barro, mi nombre y mi honorabilidad la ha limpiado un juez”. Se agradece la precisión. Por cierto, que el PREF prefirió no responder a su antigua socia de gobierno.

Antes de dar por concluida la sesión, el presidente de la asociación Salvem sa Penya, Manuel Palá, hizo una buena reflexión: “No sé qué tienen esos sillones que los deshumaniza, son como los gollums; están obsesionados con mantener el sillón o el anillo, como si fueran suyos”, apuntó para criticar la gestión del Consistorio ante la problemática del antiguo barrio.

Carmen Tur, responsable del Movimiento pro Radioterapia y seguidora número uno de los plenos de Vila, por su parte, animó a la alcaldesa a hacer lo que fuera con el emisario. “Tiene que ser valiente y dejar de mirar a los lados”, repitió.  Tur fue más allá y se aventuró a asegurar que aunque el Consistorio no tenga competencias y meta mano para arreglar el problema, si denuncian a la primera edil, “esté segura que no irá a la cárcel y tendrá el apoyo de los ciudadanos”.

Y así, sin saber si el Consistorio meterá mano, de verdad, al emisario, si será capaz de desalojar sa Penya antes de finalizar la legislatura y desconociendo qué es eso que tienen los sillones de Can Botino que deshumanizan a nuestros gobernantes, concluyó el pleno del mes de enero en el que se dieron muestras que hay hobbits que no quieren deshacerse ni de su verdad, ni de su sillón.