Hace apenas 25 días, un vecino de la carretera de Santa Eulària ironizaba sobre la falta de iluminación en la parada de autobús de Sa Torre colocando una bombilla dibujada en un cartón. Hoy, 31 de diciembre, las plegarias han sido finalmente escuchadas: han aparecido dos farolas, una a cada lado de la carretera, iluminando por fin la parada 18015.
La escena inicial, que parecía sacada de una sátira costumbrista, fue denunciada por Noudiari el pasado 6 de diciembre bajo el titular “Ibiza, 2025: una parada de bus con dos sillas de plástico y una bombilla de cartón”. Entonces, los únicos “servicios” de la parada eran dos sillas de plástico colocadas por los propios vecinos y una bombilla ficticia, símbolo de la oscuridad real que sufrían quienes esperan el autobús de madrugada o regresan de noche a casa.
Ahora, coincidiendo con el último día del año, se hizo la luz.

Vecinos de la zona reconocen con sorna que el cambio ha sido «rápido». «Al final habrá que creer en los milagros navideños», comenta uno de los usuarios habituales de la parada, que recuerda que se trata de un punto negro de la carretera, donde se han producido accidentes mortales y donde la falta de visibilidad resultaba especialmente peligrosa. «Tendré que buscar otra causa perdida», añade con humor otro vecino, Germán Calle, que fue el que impulsó la demanda y que incluso apareció entrevistado en IB3 tras el artículo de Noudiari.es
Eso sí, la mejora es parcial. La parada, por ahora, sigue sin marquesina, sin protección frente al sol o la lluvia, y las sillas de plástico continúan siendo el único lugar donde sentarse. La iluminación llega, pero el resto de carencias estructurales permanecen intactas.
El caso de Sa Torre se suma así a la larga lista de paradas precarias de Ibiza. Mientras tanto, está previsto que la nueva contrata de transporte público deje de ser una promesa y se traduzca en paradas dignas, accesibles y seguras, especialmente para las personas mayores y quienes dependen del autobús para ir a trabajar o al médico.
Por ahora, al menos en esta parada, la bombilla ya no es de cartón.






