Este jueves 7 de agosto, a las 18:00 horas, la sede del Institut d’Estudis Eivissencs (IEE) acogerá la mesa redonda “Lengua y turismo: desafíos y oportunidades”, una actividad organizada por Plataforma per la Llengua con el objetivo de reflexionar sobre el impacto del actual modelo turístico en el uso del catalán en Eivissa, y explorar estrategias para potenciar su presencia como elemento cultural y comunicativo.
El debate contará con la participación de Maria Cardona, librera y activista feminista, y Antònia Escandell, docente y traductora literaria, quienes estarán moderadas por Eduard Clavell. La iniciativa cuenta con el apoyo del Institut d’Estudis Eivissencs y del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB).
Las ponentes analizarán cómo la alta afluencia de turismo internacional influye en los usos lingüísticos en la isla y debatirán sobre cómo se pueden aplicar políticas y prácticas que posicionen el catalán como un valor diferencial dentro de la oferta turística. El encuentro busca abrir un espacio de reflexión pública sobre la necesidad de repensar el modelo turístico desde una perspectiva que integre el respeto y la promoción de la lengua propia.
Durante la sesión, también se abordarán cuestiones como el reconocimiento de los derechos lingüísticos en el sector turístico, las dificultades actuales para visibilizar el catalán en espacios públicos y privados, y el papel de las administraciones, las empresas y la sociedad civil en este proceso.
Un catalán estratégico para un turismo sostenible
Este acto se enmarca en un ciclo de reflexión impulsado por Plataforma per la Llengua a lo largo de 2025 en las Illes Balears, centrado en temáticas como el turismo, la sanidad o los medios de comunicación. La entidad lleva tiempo advirtiendo del efecto que el turismo masivo tiene sobre el uso social del catalán y defiende la necesidad de adoptar medidas concretas para proteger la lengua en un contexto de creciente presión cultural.
En foros recientes celebrados en ciudades como Palma, Terrassa o Vitòria, diversas voces del ámbito lingüístico y social han alertado sobre los riesgos de un modelo económico que puede favorecer la sustitución cultural y lingüística. Entre ellas destacan las aportaciones del filólogo Gerard Furest y del analista Saoka Kingolo, quienes apuntan que el modelo turístico actual dificulta la integración lingüística de la población recién llegada.
Desde Plataforma per la Llengua se defiende que el catalán no debe ser visto como una barrera, sino como un recurso estratégico para promover un turismo de calidad, sostenible y arraigado al territorio.