Las costas de Santa Eulària han recibido este fin de semana a dos tortugas marinas, una viva pero muy malherida y la otra, muerta.
El sábado por la mañana, a las 7.50 horas, apareció un ejemplar muerto en la playa de Aigües Blanques. En este caso, agentes del Institut Balear de la Natura (Ibanat) se hicieron cargo del animal, según confirma el Ayuntamiento de Santa Eulària a consultas de este medio.
Horas después, en la Reserva Marina de Tagomago, fue localizada otra tortuga con vida, aunque muy malherida.
El animal había quedado atrapado en un artefacto de pesca rudimentario, elaborado con cuerdas y botellas de plástico, un método habitual de pesca en aguas del norte de África y que desgraciadamente se encuentra con frecuencia en el entorno de Ibiza y Formentera. Es decir, que este no es el primer animal que aparece en muy mal estado a causa de quedarse enredado en estas botellas y redes que les impiden sumergirse y alimentarse. Toda una tortura para estas pobres criaturas.
Personal del Govern balear rescató a la tortuga y, tras ser atendida en Ibiza de urgencia, la trasladó al Palma Aquarium, centro de referencia en Baleares para el tratamiento y recuperación de fauna marina herida.
Desde el centro explican a Noudiari que está bajo tratamiento y que esperan que funcione, de manera que pueda salvar su aleta.
Así, animal presentaba desnutrición y la aleta frontal izquierda muy afectada por la presión de los hilos del aparejo.
Ha precisado curas y antibióticos.

Los restos de artes de pesca provocan en estos animales graves heridas, amputaciones de las aletas e incluso la muerte de tortugas y otras especies protegidas.

