El Institut d’Estudis Eivissencs (IEE ha denunciado públicamente la sustitución del pavimento original del carrer Pintor Mariano Tur de Montis, en Dalt Vila, por materiales que considera «totalmente inapropiados» para un entorno de alto valor patrimonial como el casco histórico de Eivissa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Según ha comunicado el IEE, la intervención municipal ha sustituido un pavimento que estaba «en perfectas condiciones» por un nuevo suelo de calcarenita de color terroso, lo que a juicio de la entidad supone una alteración grave del entorno. Además, denuncia que el carrer de Santa Maria, uno de los pocos que aún conservaba pavimento de cantos rodados (còdols), también se ha visto afectado por esta obra.
«Resulta incomprensible una actuación de estas características, más aún cuando se justifica en una supuesta mejora de la accesibilidad que no se sostiene», aseguran desde el Institut, que ha dirigido la denuncia tanto al Ajuntament d’Eivissa como a la Ponencia Técnica de Patrimonio Histórico y Artístico de Eivissa, que se reunirá el próximo 8 de septiembre.
El IEE recuerda que este tipo de intervenciones no son nuevas. Ya en 2009, el Ayuntamiento llevó a cabo una polémica campaña de sustitución de pavimentos históricos por losas industriales, que provocó una fuerte reacción social y mediática. Como respuesta, se elaboró un inventario de pavimentos de Dalt Vila que debía servir de guía para futuras intervenciones. Sin embargo, denuncian, “no se ha respetado”.
Además, apuntan que durante aquellas obras de 2009, la escalinata del carrer Pintor Mariano Tur de Montis apenas resultó afectada, salvándose en gran parte. No ha ocurrido lo mismo en esta ocasión, donde las obras «han provocado una alteración grave del espacio».

Desde el Institut d’Estudis Eivissencs se exige la restitución inmediata del pavimento original de la escalera y se reclama al Ayuntamiento que en futuras actuaciones de rehabilitación y mantenimiento se garantice la preservación de los pavimentos históricos del entorno.
«Estas intervenciones son más propias de otras épocas y suponen una destrucción innecesaria e injustificada del patrimonio material de Dalt Vila», concluyen desde el IEE, entidad que recuerda su compromiso con la defensa del legado histórico y cultural de Eivissa.