El Grupo Municipal Socialista de Sant Josep se muestra escéptico ante la propuesta que presentará el gobierno municipal en el Pleno Extraordinario que se ha convocado hoy para tratar el caso de los edificios Don Pepe. Según la portavoz socialista, Pilar Ribas, «después de dos años y medio de mandato, Vicent Roig no ofrece ningún avance real para permitir el retorno de los propietarios a sus viviendas»
Ribas ha señalado que en la propuesta que se lleva hoy a votación, «únicamente se dará permiso al alcalde para negociar con los vecinos la retirada de los contencioso–administrativo contra el Ayuntamiento. Hemos leído declaraciones de algunos propietarios que parecen entender que ‘el Ayuntamiento les da el permiso y ellos retiran los recursos’. Tiene que quedar muy claro que la propuesta de hoy es justamente la contraria: se quiere que los vecinos retiren los contenciosos sin garantizarles que podrán volver a sus casas», advierte Ribas.
Los socialistas aseguran que el expediente que se tratará hoy «ha sido elaborado por los mismos técnicos que en 2020 y 2021 avalaron el desalojo y la declaración de ruina. Según estos nuevos informes, el edificio se puede rehabilitar técnicamente pero nadie puede volver hasta que se hagan obras valoradas en 3,7 millones de euros«. Además, «advierten que hay que reforzar urgentemente los puntales que sujetan el edificio para evitar su colapso».
Aseguran también que el informe jurídico encargado por el propio alcalde concluye textualmente en la página 33 que «la posibilidad de expedir en el año 2025 una licencia de obras es jurídicamente imposible«. Esto significa que, «aunque técnicamente el edificio se pudiera rehabilitar, la normativa actual no permite ejecutar las obras necesarias».
El Grupo Municipal Socialista, por su parte, defiende la opción planteada durante el mandato anterior: construir un nuevo edificio en el solar reservado a Can Raspalls, que permita a los propietarios volver a tener una casa en propiedad pagando el equivalente al coste de rehabilitación (3,7 millones de euros repartidos entre todos). «Los vecinos de los edificios Don Pepe se merecen soluciones reales, no promesas vacías», concluyen.






