El Consell Insular de Formentera ha anunciado la apertura de la ‘media veda’ de caza a partir del 24 de agosto, una medida que tiene como objetivo reducir la superpoblación de palomas torcaces en la isla y minimizar los daños que esta especie provoca en los campos de cultivo, especialmente afectados este año por la sequía.
Desde la institución insular recuerdan que el tudó se ha convertido en una de las principales amenazas para la agricultura local, por lo que esta campaña pretende contribuir a restablecer el equilibrio natural y proteger las explotaciones agrarias de la isla.
Durante la ‘media veda’, la caza se podrá practicar tanto en vedados como en terrenos libres, con diferentes condiciones.
En los vedados, el periodo de caza comenzará el 24 de agosto y se prolongará hasta el inicio oficial de la temporada de caza menor. Se permitirá cazar los jueves y domingos, utilizando escopeta y perros, con un límite de 15 piezas por cazador y día.
En cuanto a los terrenos libres, solo se podrá cazar los domingos, y siempre desde un puesto fijo, previa autorización del Servicio de Caza del Consell y del propietario del terreno. En este caso también se aplicará el límite de 15 tórtolas por persona y día.
Esta medida se suma a las autorizaciones excepcionales que el Consell puso en marcha el pasado 15 de mayo para proteger los cultivos y que seguirán vigentes hasta el 24 de agosto.
Calendario cinegético 2024-2025 en Formentera
Además, el Consell ha recordado otras fechas clave del calendario cinegético en la isla. La caza de la liebre y el conejo se inició el pasado 13 de julio y se prolongará hasta el 8 de febrero de 2026. Sin embargo, hasta el 1 de septiembre, esta solo puede practicarse los jueves y domingos, exclusivamente con perros, sin uso de escopeta.
La temporada general de caza menor comenzará el 19 de octubre y finalizará el 4 de enero de 2026, mientras que la caza de aves migratorias podrá llevarse a cabo hasta el 8 de febrero.
Asimismo, hasta el 1 de marzo, los vedados podrán autorizar recuentos de becada sin muerte, mediante el uso de perros de muestra (con un máximo de dos por cazador), y sin armas de fuego.
Con esta normativa, el Consell de Formentera reafirma su compromiso con la protección del entorno rural y la gestión sostenible de la caza en la isla, buscando siempre mantener un equilibrio entre el medio natural y la actividad cinegética.