El Consell de Formentera ha pedido por escrito a la Delegación de Gobierno de las Islas Baleares un espacio digno y seguro para atender a los migrantes que llegan a la isla. Ayer mismo llegó una patera con personas en tal mal estado tras permanecer a la deriva durante días sin agua potable que ocho de ellas han tenido que ser hospitalizadas.
En un comunicado, la institución ha explicado que las personas migrantes están siendo atendidas a la intemperie y ha pedido que se adecúe con urgencia un lugar “seguro, cubierto y digno” para la asistencia inicial.
La administración insular ha detallado que la falta de un espacio acondicionado obliga a gestionar situaciones de “extrema fragilidad humanitaria” en plena calle y expone a estas personas en la mirada pública, vulnerando sus derechos más básicos y dificultando el trabajo de los profesionales que los asisten.
Ante esta situación que se repite con “demasiada frecuencia” en el puerto de la Savina, la última vez este mismo martes, el presidente de la administración insular, Óscar Portas, ha remitido un escrito a la Delegación del Gobierno para buscar una solución.
Además de ser “indigna” para los inmigrantes que llegan en situaciones extremas, esta situación obliga a los agentes a pasar horas en la calle, ya sea de madrugada o a lo largo del día, para dar la atención y hacer los trámites correspondientes para estas personas, ha añadido el Consell.
La institución también ha instado a la Delegación del Gobierno a ampliar el convenio con Cruz Roja para su intervención en la primera asistencia a las personas que llegan en patera a la costa de Formentera.
En las últimas ocasiones, esta primera asistencia se ha hecho con recursos propios de la administración insular y no por Cruz Roja, que tiene todos los medios centralizados en la isla de Ibiza.
En paralelo, Formentera ha exigido también un espacio adecuado para la acogida de personas y familias vulnerables que llegan a la isla. A pesar de que este servicio existe en Ibiza, la pitiusa menor sigue sin un recurso equivalente, dejando en situación de precariedad aquellos casos que requieren una respuesta urgente, ha añadido el Consell.
Hasta ahora, es la administración insular la que hace frente a estas situaciones con medios propios, pero Formentera «no puede continuar operando con soluciones de urgencia» para afrontar una realidad que ya «no es excepcional», reivindica.
La atención humanitaria digna “no es una opción, sino una obligación legal, institucional y moral”, señala el Consell, que ha reclamado a la Delegación del Gobierno “responsabilidad y diligencia”.
EFE