La calidad del aire de la isla de Ibiza volvió a registrar valores positivos durante el año 2024, según el análisis realizado por el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation con datos preliminares recogidos por las cuatro estaciones fijas del Servicio de Cambio Climático y Atmósfera del Govern Balear. Estos datos forman parte del Informe de Sostenibilidad de Ibiza 2024, actualmente en proceso de elaboración y financiado íntegramente por el Consell Insular d’Eivissa.
“Tener una buena calidad del aire significa respirar un ambiente limpio y seguro, con bajas concentraciones de contaminantes que afectan la salud y el entorno” explica Elisa Langley, coordinadora del Observatorio, y añade: “A nivel sanitario, esto se traduce en una menor incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente en niños, personas mayores y grupos vulnerables”. Pero no solo eso, tal y como recuerdan desde IbizaPreservation: “Desde el punto de vista ambiental, implica ecosistemas más equilibrados, cultivos más sanos y una reducción del impacto sobre el cambio climático.”
Lo datos recopilados en el Informe 2024 ponen de manifiesto que, durante el año pasado, el 98,1 % de las mediciones obtenidas en las estaciones de Vila, Sant Antoni, Can Misses y Torrent mostraron niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂) inferiores a los 40 μg/m³, lo que corresponde a una calidad del aire calificada como “muy buena” en relación a este contaminante. Este porcentaje mejora ligeramente respecto del registrado en 2023, que fue del 97,8 %. Además, no se han producido superaciones del valor límite de 201 μg/m³ desde 2022.
En lo referente al ozono (O3), éste también ha registrado una mejora de sus valores desde 2014 año en el que se registraron 37 episodios que sobrepasaron el valor límite máximo diario (120 μg/m3). Diez años más tarde, en 2024 éstos han descendido hasta los 15. En comparación a los datos de hace una década, el descenso es del 59,45 %. Según indican desde el Observatorio, “que las concentraciones de ozono en Ibiza hayan mostrado una tendencia a la baja en la última década, es un dato positivo ya que la reducción del ozono troposférico mejora la calidad del aire y cabe señalar que antes de 2015 se daba frecuentemente la superación de episodios en 50 o más días al año.”
Las elevadas concentraciones de ozono pueden tener impactos negativos tanto en la salud humana como en los ecosistemas locales. Estos episodios están vinculados a la emisión de gases contaminantes que reaccionan con la luz solar, especialmente en días calurosos y soleados. Para reducir este tipo de contaminación, medidas como la promoción del transporte público, el uso de energías limpias y la regulación de determinadas actividades industriales y turísticas, son acciones muy útiles.
Mejora general de la calidad del aire
El promedio anual de dióxido de nitrógeno (NO₂) también ha disminuido: en 2024 fue de 7,96 μg/m³, por debajo del límite legal de 30 μg/m³ y de los promedios registrados en 2023 (8,15 μg/m³) y 2022 (8,52 μg/m³). “El descenso continuado de este contaminante en los últimos años es una señal muy positiva ya que el dióxido de nitrógeno está asociado a la lluvia ácida y puede afectar a la salud respiratoria y al equilibrio de los ecosistemas”, explican desde el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation.
Otra de las sustancias tóxicas contaminantes que analiza el Informe de Sostenibilidad de IbizaPreservation es el dióxido de azufre (SO₂), que mantuvo en 2024 niveles “muy buenos”, con valores siempre por debajo de los 100 μg/m³, una tendencia que se mantiene sin alteraciones desde 2021.
La peor parte del análisis se la llevan las partículas en suspensión (PM10), ya que la estación de Can Misses registró 7 días en los que se superó el valor límite diario de 50 μg/m³, el mismo número de días que se registraron en es Torrent , mientras que en Sant Antoni se superó en 5 ocasiones. El promedio anual fue de 18,6 μg/m³, frente a los 16,59 μg/m³ del año anterior, situándose aún muy por debajo del umbral legal de 40 μg/m³. Estos 19 eventos, que se dieron en 7 días, sitúan a 2024 como el año con mayor número de episodios de este tipo desde 2002, año a partir del cual se tiene registro. Este contaminante se relaciona con fuentes como el tráfico, las centrales térmicas y fenómenos naturales como la calima.
“Respirar un aire limpio no solo protege la salud de las personas, sino que también es clave para preservar el equilibrio ambiental”, concluye Langley, quien destaca que la presencia continuada de contaminantes “afecta a la calidad del agua, degrada los suelos y altera los ecosistemas locales”.