La nueva deducción fiscal del IRPF que aprobará el Govern en 2026 en beneficio de los propietarios de viviendas en alquiler que mantengan congelados los precios según el IPC tendrá un beneficio máximo de 2.000 euros.
La ayuda oscilará entre los 500 y 800 euros por vivienda, con un tope máximo por propietario de 2.000. Es decir, si un propietario tiene en alquiler varios pisos, la nueva deducción no sobrepasará en su conjunto los 2.000 euros.
El Govern ya cuenta con el apoyo de Vox para realizar la modificación legislativa necesaria para sacar adelante esta deducción.
Tras la reunión del Consell de Govern, el portavoz, Antoni Costa, ha explicado que esta medida nace en un contexto marcado por “la gran preocupación” que supone el acceso a la vivienda en Baleares, donde miles de contratos de alquiler deberán renovarse el próximo año.
Según cálculos del Ministerio de Derechos Sociales, unos 24.500 arrendatarios podrían enfrentarse a aumentos medios anuales de 4.615 euros si no se aplican limitaciones.
Para evitar esta situación, el Govern incentivará fiscalmente a los propietarios que limiten las actualizaciones de renta al IPC. Costa ha subrayado que la ayuda no requerirá trámites adicionales, ya que se aplicará directamente en la declaración de la renta.
“Estamos haciendo todo lo posible para contener las subidas del alquiler dentro de nuestras competencias”, ha destacado el portavoz, quien ha insistido en que la vivienda es el problema que “más quita el sueño a la presidenta y a los consellers”.
EFE






