La última edición del proyecto medioambiental ‘Es Voluntaris de sa Badia’, desarrollado por la Asociación Salvem sa Badia de Portmany, ha revelado una preocupante realidad: la mitad de las embarcaciones fondeadas en la bahía de Sant Antoni lo hacen de forma incorrecta. Esta iniciativa, que se celebró entre el 23 de junio y el 1 de agosto, ha contado con la participación de 32 jóvenes voluntarios organizados en turnos semanales.
Coordinados por una educadora ambiental y científica marina, los jóvenes encuestaron a los tripulantes de 172 embarcaciones, principalmente lanchas y yates. El 49% de estas se encontraban mal fondeadas, muchas de ellas sobre praderas de posidonia, una planta marina protegida y vital para el ecosistema mediterráneo.
Uno de los datos más alarmantes que arrojan las encuestas es el desconocimiento generalizado sobre la posidonia oceanica:
- Un 50% de los navegantes admitió no saber nada sobre su importancia,
- Un 21% tenía un conocimiento muy limitado,
- Y aunque el resto sabía que está prohibido fondear sobre ella, la mayoría desconocía los motivos.
Respecto al vaciado de aguas grises y negras, sólo el 57% conocía la distancia legal para hacerlo (12 millas de la costa, con triturado previo). Además, un porcentaje similar se mostró a favor del uso de boyas de fondeo de bajo impacto, aunque muchos desconocían la existencia de las Reservas Naturales de es Vedrà, es Vedranell y los islotes de Poniente, o de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Propuestas y educación ambiental
El proyecto no solo ha evaluado prácticas medioambientales, sino que ha propuesto mejoras concretas. Entre ellas, la instalación de contenedores de reciclaje con bocas grandes en las zonas costeras, ya que los actuales impiden una correcta separación de residuos.
Además de las encuestas, los jóvenes voluntarios han participado en formaciones sobre biodiversidad marina, seguridad náutica y navegación, con salidas en zodiac, snorkel, fotografía submarina y visitas al Aquarium de es Cap Blanc. Durante estas actividades, identificaron especies protegidas como el dátil de mar o el coral Cladocora caespitosa, e invasoras como el cangrejo araña o el alga roja Lophocladia lallemandii.
Como reconocimiento a su implicación, en septiembre los voluntarios recibirán un curso de iniciación al buceo con botellas, ofrecido por Arenal Diving, además de una jornada lúdica con actividades acuáticas proporcionadas por Take Off.
La actividad ha sido posible gracias a la colaboración de entidades como Ecolocaliza, Observadores del Mar, las Reservas Naturales, Club Nàutic Sant Antoni, el Aquarium Cap Blanc, y varios comercios locales que han contribuido con productos o avituallamiento para los voluntarios.