El hospital infantil universitario ‘Kinderspital’ en Zúrich, del prestigioso estudio suizo Herzog & de Meuron, y las ‘Casas de tierra’, un conjunto de 43 viviendas sociales en Ibiza de Peris Toral Arquitectes, han sido distinguidos ex aequo con el Premio Construmat 2025 de arquitectura saludable.
El jurado también ha concedido una mención especial a la escuela infantil WayAir Foundation en Ulyankylu (Tanzania), del estudio polaco Jeju Studio en colaboración con Arh+; y, por su parte, el Premio Construmat del público ha recaído en el hotel de cinco estrellas ‘Torre del Marqués de Monroyo (Teruel), obra del estudio oscense edra arquitectura km0.
Entre las 15 obras de 9 países nominadas por el comité experto, el jurado decidió conceder el Premio Construmat 2025 de forma compartida a los proyectos de Herzog & de Meuron y de Peris + Toral arquitectes al considerarlos referentes en la creación de entornos habitables, sostenibles y saludables.
Aunque ambas obras galardonadas ex aequo difieren en escala, contexto, complejidad del programa, materiales y presupuesto, tanto el hospital infantil de Zúrich como el bloque residencial de Ibiza comparten principios arquitectónicos claros desde el punto de vista formal, medioambiental y material.
Destacan por su sensibilidad hacia el entorno y las personas usuarias, así como por su alta calidad estética y constructiva, el cuidado por el detalle y el rigor técnico, y, desde una perspectiva sostenible, ambos proyectos emplean sistemas pasivos basados en diseño bioclimático para garantizar el confort.
El hospital infantil de Zúrich, obra de Herzog & de Meuron, ocupa unos 100.000 m² y ha sido concebido como una “ciudad en miniatura”, pues el diseño incluye patios circulares ajardinados, calles, plazas, 600 despachos flexibles y 114 habitaciones “cabaña” para ingresos de larga estancia, todas con luz natural y vistas al exterior, pensadas para niños y adolescentes.
Según Jacques Herzog, las plantas y la vegetación pueden «difuminar los límites entre interior y exterior», y busca que los materiales no sean solo agradables a la vista, sino también al tacto: «Diseñamos intencionadamente todos estos elementos para que las personas puedan percibirlos, sentirlos y, en última instancia, encontrarse mejor”.
Por otro lado, en el diseño del conjunto residencial de 43 viviendas de protección oficial en Ibiza, Peris + Toral arquitectes optó por un sistema constructivo con muros de carga hechos con bloques de tierra compactada (BTC), una solución que aporta una alta inercia térmica y un buen aislamiento acústico, además de permitir adaptarse al presupuesto restrictivo que caracteriza a la vivienda social.
Estas “casas de tierra” hacen honor a su nombre, y los muros de tierra quedan a la vista y se combinan con otros biomateriales, como la posidonia en las fachadas, o la carpintería de madera de alerce, que contrasta con la crudeza del barro.
Los colores del edificio se inspiran en la naturaleza: el tono arcilla de la tierra, los matices amarillos de la madera y los verdes de las cubiertas ajardinadas, que, según el estudio de arquitectura, “ayudan a reducir el estrés y aumentan la sensación de confort”.
El jurado también ha concedido una mención de honor a la escuela de educación infantil y primaria WayAir Foundation, ubicada en Ulyankylu (Tanzania) y diseñada por el estudio polaco Jeju Studio en colaboración con Arh+, que destaca no solo por su enfoque social, sino por su capacidad para fortalecer el sentido de comunidad e identidad local.
Paralelamente, el voto popular ha otorgado el Premio Construmat del público al proyecto de rehabilitación y ampliación de una masía del siglo XVII convertida en el Hotel de 5 estrellas Torre del Marqués en Monroyo (Teruel), un proyecto que aplica estrategias de descarbonización durante la fase de construcción, siguiendo los principios del estudio oscense edra arquitectura km0, dirigido por Àngels Castellarnau.
EFE