Este domingo tuvo lugar en la isla de Ibiza la jornada ‘Tresors de sa Badia’, con el objetivo de concienciar e informar sobre la biodiversidad de la bahía de Portmany, coincidiendo con el Día Mundial de las Aves Migratorias (11 de mayo), el Día Europeo de la Red Natura 2000 (21 de mayo) y el Día Internacional de la Biodiversidad (22 de mayo), tres aspectos que son esenciales en el contexto de la bahía de Portmany. Esta actividad, abierta al público, la organizó Salvem sa Badia de Portmany en colaboración con el Certamen Audiovisual para la Conservación del Mar Balear (MARE).
El evento incluyó diversas charlas y una salida al mar con un barco de visión submarina, para conocer los aspectos más relevantes de la bahía, a la que acudieron veinte personas. Las conferencias se celebraron por la mañana, en el Centro Cultural Cervantes, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni, y en ellas se puso especial énfasis en los tesoros naturales del entorno, las presiones que sufre, con especial atención a la situación del emisario de Caló de s’Oli, y la zona ZEPA 516, entre otras materias.
La primera ponencia la impartió Eva Mª García, doctora en Biología, que habló sobre ‘La conservación de la biodiversidad: ¿cómo podemos contribuir?’. García explicó que a nivel mundial somos un punto caliente de biodiversidad y uno de los países con mayor riqueza biológica de Europa, con presencia de más del 50% de las especies animales que hay en la Unión Europea y de los hábitats de interés comunitario (121 hábitats de 226). Asimismo, recordó que dada la riqueza biológica que alberga nuestro país, tenemos una gran responsabilidad en su conservación. También destacó la importancia de conservar los hábitats de las especies amenazadas y la biodiversidad, ya que está estrechamente ligada a la salud y el bienestar de las personas, y constituye una de las bases del desarrollo social y económico de la isla.
Eva Mª García recordó que todos podemos contribuir en la conservación de la biodiversidad. Por ejemplo, rehuyendo la fragmentación de los hábitats, evitando cambios de usos o urbanizar, manteniendo o creando setos de árboles y arbustos en las lindes y utilizando vallas permeables que faciliten los desplazamientos de conejos, lagartijas, erizos y otras especies, esperando que acabe el periodo de floración antes de desbrozar para favorecer a los insectos polinizadores, plantando especies autóctonas en nuestros jardines, limitando la contaminación lumínica en los espacios exteriores, evitando pasear fuera de los senderos, aplicándonos en casa el protector solar para que la piel lo absorba adecuadamente y así disminuir la contaminación del mar, no llevándonos conchas y caracoles de la playa (son una futura fuente de arena) y arrojando al inodoro sólo papel higiénico (nunca toallitas o aceite, ya que provocan averías y vertidos de fecales al mar donde después nos bañamos).
El siguiente ponente, el naturalista Jordi Serapio, ofreció una conferencia titulada ‘¡Aves marinas a la vista!’, en la que presentó las especies que podrían avistarse en la excursión en barco de por la tarde, destacando también las amenazas que afectan a estos pájaros, como la pesca accidental, las ratas, la contaminación lumínica y por plásticos, y el cambio climático.
Serapio también hizo una presentación del trabajo de seguimiento que se realiza con estas aves, que incluye el conteo de nidos y medidas poblacionales, y las dificultades que conlleva, al ser especies que viven en grietas y zonas inaccesibles.
Finalmente, Abraham Calero, científico marino, fotógrafo y competition manager de MARE, ofreció la charla ‘MARE: Fotografía responsable’. En ella trató de concienciar al público sobre la importancia de la ética en la fotografía de naturaleza y la línea fina que separa un comportamiento adecuado del que no lo es.Como ejemplo de buenas prácticas, Calero mencionó ser silencioso, no modificar el comportamiento de las especies leyendo su lenguaje corporal y evitando, a través de él, aproximarse demasiado; no afectar a la vegetación del entorno, estar atentos donde pisamos y no dejar basura en el medio, incluso aunque sea orgánica.
Tras las tres ponencias, los asistentes disfrutaron de un aperitivo y un vino proporcionado por la bodega Can Rich. Ya por la tarde, de 18 a 21 horas, en colaboración con Arenal Diving, se realizó una salida en barco con fondo de cristal, con el objetivo de observar los tesoros y presiones que sufre la bahía, contemplar aves y tomar fotografías con cámaras facilitadas por Salvem sa Badia y MARE.


En la zona del emisario submarino, situado frente a la costa de Caló de s’Oli, que devuelve al mar el agua procedente de la depuradora, los asistentes pudieron observar tramos rotos del emisario y en sus proximidades el fondo marino repleto de toallitas. También se destacó la importancia de la posidonia para nuestras islas como aliado contra el cambio climático. La posidonia fija el equivalente a un 8’7 % del CO2 emitido anualmente por las islas, produce oxígeno, protege nuestras costas de la erosión siendo una importante fuente de arena, alberga gran cantidad de especies y atesora el registro histórico de los acontecimientos que han tenido lugar en la costa en los últimos miles de años y que los investigadores pueden “leer” en los sedimentos que ha ido acumulado y protegiendo de la erosión.
Al inicio de la travesía, los miembros de la expedición incluso advirtieron la presencia de delfines y cómo una moto de agua les persiguió, cortándoles la trayectoria, que es algo que no está permitido (nadie puede acercarse a menos de 500 metros de los cetáceos si no dispone de autorización, según normativa). En vista de lo que acababa de suceder, se repasó qué especies protegidas conviven en la bahía, entre otras todos los cetáceos, tortugas y aves marinas (excepto la gaviota patiamarilla), aludiéndose además a las nacras, y se informó a los presentes que en casos de vertido o hallazgo de animales protegidos con dificultades, heridos o muertos hay que avisar al 112 para activar el protocolo de atención al animal.
No deben liberarse aquellos animales atrapados en plásticos, sacos o redes, ya que, si le ha producido estrangulamiento en algún miembro, se puede contribuir a propagar infecciones que les causarían la muerte. Debe desenmallarlos un veterinario aplicando simultáneamente antibiótico. Finalmente, se recordó la importancia de la fotografía como herramienta para la conservación del paisaje y testimonio de amenazas.
El recorrido, tras pasar por el emisario, incluyó un amplio rodeo a los islotes des Bosc y sa Conillera, regresando a puerto al atardecer.