El amor es efímero y perecedero, pero en algunos sitios lo es más que en otros. Baleares, junto con Canarias, se sitúa a la cabeza de las comunidades españolas en disoluciones matrimoniales, con 41,9 por cada 100.000 habitantes en el tercer trimestre de este año, según ha informado hoy el Consejo General de Poder Judicial. Esta institución también ha señalado que los órganos judiciales registraron en el conjunto de España 16.444 separaciones, divorcios y nulidades matrimoniales en el tercer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 14,9 % de las demandas de disolución matrimonial en comparación con el mismo periodo de 2024.
Según esta estadística, entre julio y septiembre se registraron 4.417 demandas de divorcio no consensuado (un 40,8 % menos) y 147 separaciones no consensuadas (un 21 % menos). Por su parte, los divorcios consensuados aumentaron un 2,2 %, hasta los 11.437, mientras que las demandas de separación consensuadas se redujeron un 8,9 % hasta las 432.
Resulta curioso que sea precisamente en los dos archipiélagos, el balear y el canario, donde se registra una mayor ratio de disoluciones matrimoniales, y que sea también los dos territorios que más dependen económicamente del turismo. En cualquier caso, esto solo es una especulación. Los datos nos señalan que la media nacional de disoluciones matrimoniales por cada 100.000 habitantes se situó en las 33,8 -8 puntos por debajo de las Baleares-. Por territorios, las mayores tasas, por detrás de los dos archipiélagos, se han registrado en la Comunidad Valenciana (39,5), Murcia (37), Aragón (36,3), La Rioja (34,9), Asturias y Castilla-La Mancha (34,3) y Navarra (34,2).
Los valores más bajos se dieron en el País Vasco (26,2), Castilla y León (26,4), Cantabria (31,1), Comunidad de Madrid (31,5), Galicia (31,6), Extremadura (32,7) y Cataluña y Andalucía (33,3).






