La Policía Local de Sant Antoni de Portmany ha iniciado por quinto año consecutivo el servicio de vigilancia en las playas del municipio mediante motos acuáticas, un operativo que forma parte de la Unidad Territorial de Playas (UTP) y que busca mejorar la seguridad y la atención a ciudadanos y turistas durante la temporada estival.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Neus Mateu, junto al jefe de la Policía Local, Alejandro Ponce, han presentado este dispositivo que, desde su puesta en marcha el pasado 2 de junio, ha demostrado ser efectivo tanto en la prevención de infracciones como en la rápida respuesta ante incidentes en la costa.
“Esta unidad trabaja en primera línea de playa y en zonas de difícil acceso. Su presencia ha contribuido a reducir significativamente conductas como la venta ambulante ilegal, que prácticamente hemos erradicado en los últimos años”, afirmó Mateu.
La concejala ha destacado también el papel disuasorio del servicio, que responde a las demandas de seguridad tanto de los establecimientos turísticos como de residentes y visitantes. Además, señala la rapidez de intervención que facilitan las motos acuáticas, que permiten a los agentes acceder con eficacia a puntos complicados del litoral.
Mateu recuerda que todos los miembros de esta unidad reciben formación especializada y cuentan con la titulación necesaria para manejar motos acuáticas, asegurando así una actuación profesional y segura.
Por su parte, Alejandro Ponce explica que aunque la Policía Local no tiene competencia directa en el mar, colabora en determinadas intervenciones cuando es requerida por las autoridades competentes. “Las motos acuáticas permiten desplazarse rápidamente a lo largo de la costa, y si detectamos alguna infracción, actuamos y trasladamos el caso a los cuerpos responsables para la tramitación correspondiente”, ha indicado.
La Unidad Territorial de Playas está compuesta por cuatro agentes que patrullan la costa combinando motos acuáticas y bicicletas eléctricas. Su recorrido abarca desde Es Pouet hasta Cala Saladeta, incluyendo paseos marítimos, el Passeig de ses Fonts y las calles cercanas al casco urbano, con el objetivo de aumentar la presencia policial, mejorar la sensación de seguridad y actuar de forma inmediata ante cualquier situación.
Desde el inicio del servicio, entre el 2 y el 24 de junio, la unidad ha interpuesto 25 denuncias por venta ambulante ilegal, confiscando una considerable cantidad de productos destinados a esta actividad ilícita.
Este operativo forma parte del plan de seguridad que el Ayuntamiento de Sant Antoni despliega cada verano para garantizar una convivencia segura, especialmente en las áreas turísticas con mayor afluencia durante la temporada alta.