Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, que se celebra este domingo, 26 de octubre, Cáritas ha lanzado la campaña ‘Sin hogar, pero con sueños’, para poner de manifiesto la dramática realidad de tantas personas que no pueden disponer de una vivienda digna y estable. «La falta de un techo obliga a estas personas a afrontar a diario una serie de obstáculos que impiden su integración plena en la sociedad; entre ellas destacan, la falta de intimidad, los problemas de salud física y mental, las dificultades de acceso a un trabajo decente o a una vivienda adecuada. También se enfrentan a muchas trabas para acceder a los trámites de la Administración pública, como por ejemplo el empadronamiento», explica la organización católica.
Para sensibilizar a la sociedad ibicenca sobre la realidad del ‘sinhogarismo’, Cáritas diocesana de Ibiza y Formentera ha llevado a cabo esta tarde, en el paseo de Vara de Rey de la ciudad de Ibiza, varias actividades divulgativas con la participación y el testimonio de personas sin techo de nuestra isla, que han culminado con la lectura de un manifiesto en el que Cáritas invita a todas las personas «a mirar de cerca unas realidades que muchas veces se esconden detrás del prejuicio o la indiferencia» y a «implicarse, a construir comunidad y actuar, porque el sinhogarismo no es un problema individual, sino colectivo».
“Cáritas es testigo de cómo sigue en aumento la vulnerabilidad en muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada. Por ello, es necesario y urgente seguir sensibilizándonos como sociedad y continuar interpelando a las administraciones públicas y al resto de la sociedad acerca de la realidad que están viviendo estas personas”, explica María Santos, responsable de la campaña y del programa de personas sin hogar de Cáritas Española.
María Santos explica que entre los perfiles de las personas sin hogar se encuentran “trabajadores que no pueden acceder a una vivienda, personas migrantes atrapadas en la invisibilidad, víctimas de violencia machista que no encuentran una salida segura; personas con discapacidad que no hallan oportunidades laborales; mujeres y hombres con problemas de salud mental o adicciones; jóvenes extutelados a quienes se les cierran las puertas justo al alcanzar la mayoría de edad; mayores sin red familiar ni pensión suficiente que garantice unas condiciones dignas; personas LGTBIAQ+ que han sido expulsadas de sus hogares o discriminadas; madres solas que luchan por mantener a sus hijas e hijos junto a ellas”.
Las personas sin hogar no solo necesitan derechos garantizados, también necesitan vínculos humanos que les recuerden que todavía pertenecen, que aún forman parte. “La campaña nos propone vincularnos para crear un espacio donde poder descansar sin miedo. Porque un vínculo es mucho más que un recurso: es una relación que cura”, asegura la responsable de la campaña.