En el pleno celebrado esta mañana, la presidenta de la Asociación de Vecinos de Can Bonet, María José Torres, acompañada por residentes afectados, ha denunciado públicamente las continuas molestias originadas por el establecimiento 528 en la calle Romaní, en el municipio de Sant Antoni.
Desde hace años, agudizadas durante el verano, los vecinos han protestado por el aumento del ruido, el consumo de drogas y suciedad nocturna, culpando de la situación a la inacción del Ayuntamiento pese a haber presentado numerosas instancias y mantenido reuniones con la administración.
Tres preguntas al alcalde
1. Extensión de una fiesta más allá de la hora permitida
El 1 de agosto, el local celebró una fiesta que se prolongó hasta las 23:45 —45 minutos más tarde del tope legal establecido— pese a las reiteradas quejas recibidas por parte de la Policía Local. El alcalde ha confirmado que el establecimiento carecía de un decreto municipal que autorizara dicha prórroga, y los vecinos esperan que se inicie cuanto antes un expediente sancionador.
2. Aforo superior al autorizado
Según la licencia otorgada, el local tiene una capacidad máxima para 275 personas. Sin embargo, tras una reciente reunión con el gerente del establecimiento, los vecinos afirman que el aforo real ronda entre 650 y 700 personas. El alcalde ha reconocido que solo existe la licencia para 275 personas y ha minimizado la discrepancia, indicando que deberían dar gracias si la actividad termina a las 4 a.m., en lugar de a las 6 a.m.
3. Agentes cívicos prometidos en fiestas problemáticas
Los residentes recordaron que, en junio, el alcalde y los regidores comprometieron la presencia de agentes cívicos durante eventos masificados para controlar el entorno del establecimiento. Sin embargo, estos agentes aún no han comenzado a actuar, lo que provoca que los propios vecinos deban gestionar actitudes incívicas como micciones en fachadas, vómitos, restos de botellón y consumo de sustancias en zonas comunes.
La asociación y las personas afectadas han instado al Ayuntamiento a actuar con firmeza para restablecer la convivencia y el orden, en lugar de perpetuar una situación conflictiva que se repite cada verano.
Pero no pasa nada, guanyarà es PP una altra volta i com si res…
Pues que los vecinos presenten alegaciones al PGOU para que dicho uso/actividad no sea permitida en barrio residencial.
La presidenta de la asociación es una incompetente y no representa a todos los vecinos. Pero si que es cierto que esa actividad no debería estar en zona residencial, pero lo mismo que la carpintería fuentes (no está aislada acústicamente, genera residuos, ruidos, discusiones, incivismo, etc), lo mismo que el horno granja costa (ruidos, queman basura, abierto 24h) lo mismo que los conciertitos del centro social (sin ningún permiso, ni limitador…), los botellones en el merendero…En resumen, molestan muchas cosas en el barrio y siempre se fijan en lo mismo. Que se fijen en todo…y que exijan rotonda de acceso al barrio en can Guillemó….Eso es urgente…