La Agrupació d’electors Toni Curuné, que como principal objetivo –si no es el único confesable– persigue sentar a Santi Marí en el consistorio de Sant Joan de Labritja tras el 28 de mayo, despejó el pasado domingo algunas incógnitas que planeaban sobre esta agrupación, impulsada por el presidente de la SE Penya Independent.
En un revelador mensaje en Facebook, Toni Curuné critica duramente el programa de gobierno presentado el pasado sábado en Sant Joan por Tania Marí, candidata del PP a la alcaldía, aunque únicamente en el aspecto deportivo. Además, acusa a los populares de “haberse cargado” a Santi Marí “con mucha picardía”. “El concejal de deportes al cual le habéis cortado la cabeza”, llega a decir, refiriéndose al exsenador del PP.
Curuné explica que un proyecto como el que se está llevando a cabo desde la sociedad deportiva que él dirige, “cuesta mucho sacrificio de personas que tienen que cobrar a final de mes, pues si a día de hoy estas personas dependieran del dinero que vosotros pactasteis y prometisteis, y que ahora parece que se os ha olvidado, este proyecto hace mucho tiempo que ya no existiría y estaría plagado de deudas. Deudas que, por cierto, no existen por la aportación que está haciendo mi familia”, explica.
En otro mensaje posterior, apremia al PP en estos términos: “Es IMPRESCINDIBLE que los compromisos económicos adquiridos por el Ajuntament se materialicen lo más rápido posible”. Más claro, agua.
¿Esta es la razón por la que Toni Curuné ha impulsado una agrupación de electores en Sant Joan, con Santi Marí de candidato a alcalde? ¿A esto se reduce el “proyecto político” de esta agrupación vecinal, cuya candidatura está plagada de familiares Marí y Curuné, y de empleados y jugadores de la Penya Independent?
Hay que agradecer que sean tan transparentes y digan con claridad cuáles son sus objetivos, que tanto se parecen a un intento ilegítimo de sanear la contabilidad de una entidad privada con dinero público.
También hay que valorar las palabras de Santi Marí en la entrevista radiofónica que concedió a Cope Ibiza la semana pasada. Quedó claro que no tiene programa, ni propuesta alguna que ofrecer a los electores, ni algo que se le asemeje; pero algo pensarán antes del 28-M, aunque sea para vestir la mona, porque no es plan ir a las elecciones como marionetas del presidente de un club de fútbol que exige dinero al Ajuntament de Sant Joan.
Santi Marí sigue sin explicar de forma razonable por qué renunció a ir en las listas del PP al Parlament, como se le ofreció, donde fácilmente hubiera resultado elegido diputado, con un sueldo asegurado superior a 60.000 euros anuales hasta 2028, como mínimo. O por qué tampoco quiso ir en las listas del PP al Consell d’Eivissa, con un sueldo a su alcance de unos 57.000 euros anuales asegurados hasta 2028, como mínimo.
Ninguna de esas ofertas que cualquier militante del partido aceptaría encantado y feliz, le resultó atractiva, pues sólo quería figurar en la lista al Ajuntament de Sant Joan, aunque no fuese el candidato a alcalde. Con ser concejal era suficiente. ¿Qué político en activo rehusaría ser diputado o conseller insular y se conformaría con ser un triste concejal, cobrando bastante menos? ¿Y quién, al comprobar que no podía ser regidor, abandonaría su partido de toda la vida, para encabezar una ignota agrupación de electores, reunida a toda prisa, con escasas posibilidades de gobernar? ¿Tantos sacrificios, tantas renuncias, sólo para ser un triste concejal de la oposición, sin salario? Mucho le tiene que gustar. O convenir, que es lo más probable.
La pasión sobrevenida de Santi Marí por la política municipal, despierta lógicos recelos. Más aún cuando quien le ha embarcado en este “ilusionante” proyecto, se lamenta públicamente de que su exregidor ya no está en el Ajuntament, y reclama ásperamente el pago de no se sabe qué dinero comprometido en una reunión celebrada el 27 de junio de 2022 y que no se le abona “con el único objetivo de perjudicar a la familia de la Penya Independent”.
Si aquella reunión tuvo lugar en junio de 2022 y Santi Marí ha sido concejal de Deportes hasta que dimitió el pasado 15 de abril, lo lógico sería que Curuné estuviese enfadado con Santi, que tuvo casi 10 meses para pagar lo convenido y no pagó.
Venir ahora con estas prisas por cobrar, antes de las elecciones, recuerda al ‘Cobrador del Frac’. Y esta sospechosa agrupación de electores, reunida a toda prisa, improvisadamente, entre allegados y gente próxima, parece una forma de presionar. Algo muy alejado de un proyecto político serio y honesto para Sant Joan. Una tomadura de pelo.
El tiempo pone a cada uno en su sitio
Joan Miguel: se te está viendo demasiado la patita pepera. Harías bien en disimular un poquito, ni siquiera por decencia. Puestos a elucubrar: por qué te expones tanto con estos artículos loando a tus amos del partido popular? Alguna subvención a los medios que te dan de comer?
No entiendo a donde quiere usted llegar, señor Perpinyâ.
Me parece muy digno que Santi Marí quiera defender de esta forma sus legitimos intereses y su dignidad como político de la forma que ha escogido. Máxime, después de la jugarreta que le hizo el partido al cual habia dedicado toda su vida.
Por otro lado ya es la segunda vez que el REGIMEN CARRAQUISTA, al cual hemos estado sometidos los ciudadanos de Sant Joan durante 28 años, promete subvenciones a la Penya Independent que luego se quedan en papel mojado. En 2011, siendo presidente del club Santi Mari Ferrer ( otro Santi que nada tiene que ver con el Santi Mari Torres del que usted habla) ya se le birló una subvención de forma parecida. Hecho que provocó la dimisión del que era presidente de la entidad en ese momento, entrando el club en una dinamica muy negativo que solo ha sabido enderezar Toni Curuné.