Carta abierta a Pepe Sala; por Pablo Sierra del Sol

Hola, Pepe.

Como tú, soy de Portmany. Igual que tú, voy en una lista electoral a las elecciones de pasado mañana, pero, casualmente, no puedo votar. Viví en Sant Antoni hasta los 17 años, cuando mi familia se mudó a Vila, donde nos empadronamos y donde votaré el domingo. Sin embargo, mis energías estarán puestas en Sant Antoni, mi patria chica, el lugar en el que crecí y donde hago vida cada vez que vuelvo a Eivissa desde la península. Quiero hablarte del pueblo que un grupo de vecinos agrupados en la candidatura Reinicia Sant Antoni deseamos cambiar después de muchas décadas de despropósitos urbanísticos y turísticos, tiempo en el que se han dejado escapar tantos trenes para construir una verdadera identidad portmanyina. Tú mismo –o los asesores que escriben en tus redes sociales durante la campaña– has hablado de recuperar el orgullo de ser de Sant Antoni. Me parece ideal, ¿pero cómo vas a ser la solución si eres parte del problema?

Haré memoria. Entre 2003 y 2011 ya fuiste el alcalde de Sant Antoni. Yo nací en 1988. Es decir, fuiste el alcalde de mi adolescencia y juventud. En 2003 no pude votar, tenía 15 años. En 2007, ya estaba empadronado en Vila. Pero de haber votado en Sant Antoni, quizás te hubiese votado a ti. Te tenía (y te tengo) por un hombre de trato afable y cercano. Sí, aunque nunca he simpatizado –y cada vez menos, obviamente– con el Partido Popular, te hubiera votado a ti. ¿Por qué? Porque después de haber aguantado durante toda mi niñez al Estado de Corrupción y a la dejación de funciones municipales de la época de Toni Botja –que ya era alcalde cuando yo nací y lo siguió siendo hasta que cumplí 15 años–, vi que durante tus dos legislaturas en el poder por fin llegaron a Sant Antoni la piscina, pabellón, centro de salud o estación de buses que un municipio con el presupuesto del nuestro necesitaba. Son esas infraestructuras que a ti te gusta recordar estos días como los éxitos que nos pusieron “en el nivel de excelencia que merecía Sant Antoni”.

Pero ha llovido mucho desde entonces. Ha llovido mucha crisis, incluso en el maná turístico que habitamos. La época en la que nos deslumbrábamos ante los políticos que edificaban grandes construcciones ha quedado atrás; las facturas que pagamos entre todos siguen aquí, recordándonos que nos equivocamos con el modelo de gestión. Mi visión de la política también ha cambiado. No soy el único. En Reinicia Sant Antoni pensamos así:

Al líder que nos saca las castañas del fuego –el mantra de tu candidatura–nosotros oponemos la necesidad de unir a los ciudadanos para que reflexionen sobre política, para que se cuestionen por qué ocurre lo que ocurre en su municipio. Al “dentro del Ayuntamiento las cosas no son tan fáciles y la vida no es tan bonita” que soléis repetir los que habéis encadenado un cargo tras otro, nosotros os refrescamos el concepto que olvidasteis hace tiempo, que quien gobierna lo hace para servir a todos sus conciudadanos por igual, posean grandes empresas o engrosen las listas del paro. Al uso privativo que hicisteis, hacéis y haréis de los recursos públicos, recordamos que el Ayuntamiento es de todos, que para eso se llama Casa del Pueblo. A la compra de votos a cambio de favores nos enfrentamos con formación, concienciación y ánimos para levantar la voz ante lo injusto. A los que nos llaman vándalos, replicamos con manifestaciones, asambleas y comunicados para condensar nuestra crítica ácida y sin tapujos de una forma totalmente pacífica.

A tus fets, a tus grandes obras que hipotecaron por completo los presupuestos durante la legislatura de Pepita Gutiérrez, a nosotros nos gusta llamarlos “pufos”. De hecho, la gestión del equipo que encabezó la propia Pepita Gutiérrez podría ser uno de esos “pufos” que tu paso por la alcaldía nos ha dejado a los portmanyins. Tú colocaste a Pepita –en el PP seguís sin incluir la palabra ‘primarias’ en vuestro diccionario– al frente de aquella candidatura y, después de que se haya tirado cuatro años cabreando a los vecinos a fuerza de no hacer nada, de no escuchar a nadie, de mirar hacia otro lado ante los problemas eternos de Sant Antoni, de ver en la crítica una falta de respeto y de cobrar por encima de sus posibilidades (se subió el sueldo ilegalmente, recordemos), tú mismo has tenido que volver a presentarte, apartando a la aún alcaldesa de en medio, y defendiendo que tu PP es el bueno, que no tienes nada que ver con el Gobierno saliente –aunque lleves a cuatro concejales de Pepita en listas. Nos dices que tú harás las cosas de forma diferente. Que gobernarás a lo Pepe Sala. Personalmente, miedo me da si eso ocurre. Por eso nos presentamos a las elecciones para proponer alternativas a historias como esta. Y eso que esta es solo una entre un millón, pero una que conozco particularmente bien por razones laborales:

Aunque no nos conocemos, Pepe, hemos hablado una vez en persona. Fue en la rueda de prensa en la que presentaste a Manel Mercadal y Seprosport ante los medios de comunicación ibicencos. Fue un sábado (qué día más raro para convocar una rueda de prensa). Concretamente, el sábado 26 de febrero de 2011. A tres meses de abandonar la alcaldía, privatizabas las instalaciones deportivas de Can Coix durante ocho años. Aquel día, ante las preguntas que te lanzamos respondiste con frases tan optimistas como esta: «Estamos encantados con el proyecto de Serpro Sport, que será bueno para la ciudadanía de Sant Antoni. Es una idea pionera en Eivissa, que mejorará Can Coix con una inversión privada sin coste para las arcas públicas». Es curioso que comentaras con tanto énfasis que Serpro Sport invertiría 550.000 euros en mejorar las instalaciones –cosa que teóricamente hizo, pero dilatando muchísimo los plazos establecidos–, pero que te ahorraras el siguiente dato: el Ayuntamiento –es decir, todos los vecinos– se comprometía a pagar 30.000 euros al mes para compensar a la empresa por los gastos que conlleva gestionar una instalación pública. Es decir: comprometiste a todos los residentes del municipio a pagar casi 3 millones de euros durante ocho años a una empresa privada que se quedaba con el control de unas instalaciones públicas. ¿Dónde está el “sin coste para las arcas públicas”, entonces?

Bien sabes que entregar la gestión de una instalación pública a un ladrón le ha costado al Ayuntamiento de Sant Antoni 350.000 euros, meses de trámites legales y, sobre todo, provocó en su momento –invierno de 2013/2014– que Can Coix cerrara sus puertas durante 80 días. ¿Por capricho? No, porque Manel Mercadal no pagaba a sus trabajadores desde hacía meses y estos, hartos de la situación, ejercieron su derecho a la huelga.

Si Pepita Gutiérrez movió ficha en el asunto fue por la presión de oposición, trabajadores y vecinos para saber qué estaba ocurriendo en Can Coix. En ese contexto, nació Reinicia Sant Antoni. Y en el PP, os asustasteis de que la gente de pudiera plantearse el porqué de las cosas y pedir explicaciones. Por eso, tus compañeros de partido siempre se negaron a abrir una comisión que investigara el concurso público que Neus Mateu, gerente de Deportes, cargo de tu confianza cesado por Pepita años después y actual número 5 de tu lista electoral, elaboró en el invierno de 2010 y que tú refrendaste como alcalde. ¿Por qué queréis volver Neus Mateu y tú al Ayuntamiento? ¿Para evitar que se sepa lo que pasó? Si todo el proceso fue limpio, Mercadal os engañó como a chinos. Unas semanas después de aquella rueda de prensa, cuando Mercadal venía de Menorca a Eivissa a inspeccionar las instalaciones de Can Coix fue detenido en el aeropuerto de Maó acusado ¡de presunto amaño de concursos públicos! ¿Dónde amañaba los contratos públicos? En Ciutadella. ¿Con quién los amañaba? Con políticos de tu mismo partido, el Partido Popular.

Si en ese momento no sospechasteis que ese gestor deportivo era un estafador, estuvisteis cortos de luces. Si en ese momento ya no se podía hacer nada para resolver el entuerto tras la adjudicación del concurso público, maldita la gracia de las “exigentes condiciones” (eso también lo dijiste) que le pusisteis a Serpro Sport. Si seguís mirando para otro lado ante errores como la privatización de Can Coix, si seguís vendiendo como fets lo que fueron pufos, si seguís jugando a la ruleta rusa con el dinero de todos llegará el día en el que tengáis que vender la excelencia de vuestras propuestas –permite que dude ante tu idea de transformar el West End en un “referente internacional de la cultura y del arte” cuando en ocho años como alcalde solo ayudaste a que se degenerara más ese barrio– desde la bancada de la oposición. Y puede ser que ese día sea pasado mañana. En Reinicia Sant Antoni llevamos mucho tiempo trabajando y luchando para que perdáis vuestra corona lo antes posible. Para que el pueblo gobierne el pueblo. A poder ser, a partir de este domingo.

Pablo Sierra del Sol