Noudiari.es
  • Local
    • Local
    • Santa Eulària
    • Sant Joan
    • Sant Antoni
    • Formentera
    • Sant Josep
    • Vila
  • + Pitiüses
  • Deportes
    • Fútbol
    • Baloncesto
    • Atletismo
    • Balonmano
    • Natación
    • Motor
    • Tiro con arco
  • Opinión
    • Cartas a noudiari
    • Columna
  • Cultura
    • Libros
    • Música
    • Llibres curiosos
    • Paraules Nostres
    • Cine
    • Cómics
  • Empresas
Sin resultados
Ver todos
Sin resultados
Ver todos
Noudiari.es
Sin resultados
Ver todos

Viajes a ninguna parte: En busca del silencio. Caracena, Soria (I)

Por David Ventura
18 agosto 2013
en Local
0
0
Compartido
Share on FacebookShare on Twitter
Carreteras solitarias, campos abiertos y nula presencia humana. Justo lo que buscamos. Fotos: D.V.
Carreteras solitarias, campos abiertos y nula presencia humana. Justo lo que buscamos. Fotos: D.V.

@D.V./ Quizás el silencio sea la experiencia más extravagante y, a la vez, arrebatadora y extrema que pueda afrontar el hombre moderno. El silencio es, junto con la oscuridad, dos de los monstruos eternos y atávicos que nos persiguen desde que hace miles de años abandonamos la cueva. Hay que tenerlos muy bien puestos para afrontar el silencio. El silencio provoca locura, estados alterados de conciencia, arrebatos místicos y experiencias paranormales. El silencio nos obliga a estar sólo con nuestros pensamientos, a escuchar únicamente el ruido de nuestra maquinaria corporal y a tomar conciencia de todos y cada uno de los pensamientos que atraviesan nuestra cabeza. No es fácil el silencio, no es una experiencia cómoda. El silencio es una experiencia transformadora del qual se sabe cómo se entra pero no cómo se sale, y lo sé por propia experiencia como persona que siempre ha sentido un pánico atroz al silencio, que identifico como algo parecido a la muerte. Para mí, que siempre he dormido con la radio encendida, que nada más entrar en casa enciendo el televisor para tener un “ruido de fondo”, que he relacionado siempre el silencio con la paz de los cementerios, el silencio ha sido un fantasma familiar, un monstruo doméstico que me ha acompañado desde la más tierna infancia.

Dada estas circunstancias, cometí un acto de transgresión cuando empecé la lectura de ‘Viaje al silencio’ (Alba Editorial, 2009), un absorbente libro de la británica Sara Maitland. En este volumen se nos narra la odisea de la escritora que, tras una crisis personal, decidió adentrarse en los pantanosos abismos del silencio hasta el punto de instalarse en una casa en la isla escocesa de Skye, a una veintena de kilómetros de cualquier otro núcleo habitado. En su retiro, Maitland constata que el silencio es imposible porque, cuando uno se adentra en el silencio, empieza a oir ruidos imaginarios. Así, Maitland relata cómo en su cabaña le parecía oir voces, pasos o golpes abruptos que sólo eran fruto de su imaginación. La soledad y el silencio tensan nuestros nervios y ponen a prueba todos los resortes de nuestro cerebro. El silencio es un terreno pródigo para misticismos y arrobamientos, la casa del alma de San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Ávila. Insisto, hay que tenerlos muy bien puestos para afrontar el silencio. Debo decir que la propuesta de Maitland es tan perturbadora que no tuve arrestos de terminar su libro, aunque lo recomiendo encarecidamente.

Todavía me rondaba ‘Viaje al silencio’ por la cabeza cuando, mientras preparaba este libro, pensé que sería muy interesante buscar un espacio idóneo donde buscar el silencio. Encontrar, en la Península, un océano de silencio y soledad. Encontrar un paisaje inmóvil, congelado y de espaldas al sinsentido del mundo. Mi destino, sin duda, se encontraba en la provincia de Soria. Había leído no-se-donde que Soria era una de las áreas más despobladas de todo el continente europeo, y que los municipios del sur de la provincia tenia una niveles de vacío comparable a las soledades polares. Me puse manos a la obra y eché un vistazo a la densidad de los pueblos sorianos de la comarca del Burgo. Veamos… Recuerda (¡¡¡que nombre más sugerente!!!), noventa habitantes registrados y una densidad de 1’34 habitantes por kilómetro cuadrado. Repetid este dato y reflexionad sobre él: 1’34 habitantes por kilómetro cuadrado. Son muy pocos. Carrascosa de Abajo, 28 habitantes, 1’19 habitantes por kilómetro cuadrado. Fresno de Caracena, 28 habitantes, 1’67 habitantes por kilómetro cuadrado.

Es muy difícil encontrar en todo el continente europeo registros parecidos. Por ejemplo, si nos dirigimos a la perdida isla de Skye, en Escocia, la densidad es de 5’57 habitantes por kilómetro cuadrado. Es necesario alejarnos más, viajar hasta el círculo polar ártico, la provincia más septentrional de Noruega, Finnmark, que alcanza los dos habitantes por kilómetro cuadrado. A 40 grados bajo cero y aún tiene más habitantes que Soria. Vayamos a la Laponia finlandesa y encontraremos una densidad de 1’90 y tenemos que adentrarnos en la soledad más abisal y absoluta de la provincia de Härjedalen, una extensión de montañas, lagos, bosques profundos surcados per estrechas carreteras que no llevan a ninguna parte: un paraíso de congelado de sólo 0’89 habitantes por kilómetro cuadrado, al igual que la Laponia sueca, con una densidad de 0’88 habitantes, donde disfrutar de las auroras boreales y de las aterradoras temperaturas de -45º sin nadie que nos moleste.

Iglesia romànica en Berlanga de Duero.
Iglesia románica en Berlanga de Duero.

No es necesario irse a los confines de la tierra para encontrar niveles siderales de soledad y silencio. El silencio también está dos horas y media en coche de Madrid. Miré en el mapa y marqué el sur de Soria con rotulador y, mientras buscaba información sobre la zona me encontré con mi destino: Caracena, el pueblo donde termina la carretera, los confines del silencio, el punto de no retorno definitivo, un lugar donde al final del camino aparece milagrosamente una ignota joya del románico y, si se sigue por un camino de tierra aparece, en medio de la nada, un inexplicable castillo. Caracena, el pueblo que nadie conoce en el ojo del huracán del silencio.

Se puede acceder por carretera a esta área a través de la SO-160 desde El Burgo de Osma, o partiendo de Berlanga de Duero. Ambos pueblos son excelentes puntos de partida: El Burgo tiene un centro histórico espectacular, se come como los ángeles y, además, es el lugar que vio nacer a Jesus Gil y Gil, dato importante para todos los amantes de los bizarre; Berlanga cuenta con un castillo de película y, por circunstancias que no vienen al caso, fue el punto de partida de mi viaje. En el bar de la Fonda Los Leones de Berlanga, uno de los puntos de reunión habitual de los hombres que no tienen prisa en volver a casa ni encontrarse a su señora, intercambié algunas impresiones con los parroquianos.

-Tengo entendido que muchos pueblos por aquí están quedando vacíos…

-Bueno, muchos núcleos se han despoblado, sí – me comentó el típico señor con la copa de licor y el palillo entre los dientes – Hace poco fuímos con la cuadrilla a dar una vueltecilla por Cabreriza, que está por aquí cerca, y vimos que se habían llevado las campanas de la iglesia. Se aprovechan que el pueblo está vacío para llevarse cosas.

-Quizás si se han llevado las campanas es que serían de cobre, que ahora se paga caro.

Se añade un viejecito en la conversación y se abre el debate sobre de qué estaban echas campanas de la iglesia, que seguramente eran de bronce, y sobre qué material suena mejor. Luego me preguntan qué pienso visitar y les comento que el pueblo de Caracena –se quedan pensativos y dicen que no con la cabeza, que nunca han estado allí– y que antes me pasaré por el castillo de Gormaz, que me coje de camino.

-Al castillo de Gormaz le recomiendo que no vaya porque eso es perder el tiempo. Vamos, que una vez estuve allí y, vamos, que eso son piedras viejas. Que si castillo para arriba, que si castillo para abajo, pero luego subes allí arriba y no hay nada… sólo piedras viejas tiradas por el suelo.

-¿Y qué me recomienda?

-Mire, en dirección a Almazán encontrará usted la ermita de San Baudilio, una iglesia preocisa, espectacular, muy bonita, todo el mundo vuelve encantado. Bueno, eso es lo que dicen la gente de Madrid que viene aquí a visitarla, porque yo tengo la finca agrícola a dos kilómetros de la ermita y todavía no he ido nunca. Suele suceder, ¿sabe? que lo que tienes al lado no le das importancia. Pero vamos, que la gente que la ha visto dice que está bien, pero tampoco sé que le pueden ver a eso.

-Piedras viejas, vamos…

-Pero para castillo bonito el nuestro, el de Berlanga. ¿Lo ha visto? Un castillo bonito. Pero si le digo la verdad, sólo habré subido al castillo un par de veces, y eso que está aquí al lado…

Campos de girasoles y el Castillo de Gormaz.
Campos de girasoles y el Castillo de Gormaz.

No pude acercarme a San Baudilio -aunque me consta que es un lugar extraordinario– porque mi camino al silencio me llevaba por la carretera SO-P-4137 en dirección a Recuerda. Antes de iniciar el relato debo señalar que este viaje lo realicé en verano, lo cual tiene una ventaja pero también un inconveniente: en verano la Junta de Castilla y León abre las puertas de las ermitas románicas y ofrece un servicio de visitas guiadas, con lo qual podemos disfrutar  al máximo de este extraordinario patrimonio artístico. El inconveniente es que en esta época, principalmente en agosto, muchos de sus ex-habitantes vuelven al pueblo para visitar a los abuelos y devuelven algo de vida a esta zona, con lo que es más complicado alcanzar un punto absoluto de silencio como el que se consigue en invierno, cuando la naturaleza se detiene y parece que el mundo haya dejado de girar.

Prosigamos. Justo antes de llegar a Recuerda hay que tomar un desvío a la derecha en dirección a Gormaz. Sobre un cerro rocoso se dibuja la silueta del castillo. Atravesamos campos de girasoles. El paisaje es magnífico. En el pie de la montaña encontramos el núcleo habitado de Gormaz, que actualmente cuenta con diecinueve habitantes registrados; también hay un elemento del paisaje que, a partir de ahora, nos resultará familiar: las viejas casas de piedra y adobe en ruinas, con el techo hundido y las vigas de maderas del techo quebradas y enterradas bajo una nube de tejas y ladrillos, como si las casas hubieran implosionado, se hubieran suicidado, hartas de su soledad.

La entrada al pueblo no es muy alentadora.
La entrada al pueblo no es muy alentadora.

En el centro del pueblo encontramos algunas señales de vida: un grupo de viviendas que parecen habitadas, dos coches aparcados y un bar que está cerrado pero que publicita los saturios, “pastas sorianas artesanas”. En la plaza se alza el rollo, es decir, el poste que antiguamente se ubicaba en el centro del pueblo y que era el lugar donde se impartía justicia, es decir, donde se realizaban las ejecuciones. Debemos recordar que estamos en una zona de frontera y que durante trescientos años, vivir aquí era algo sólo apto para aventureros, el equivalente a lo que sería el far west. Para faorecer la repoblación de estas áreas, los reyes de Castilla impulsaron las Comunidades de Villa y Tierra, es decir, los pueblos de hombres libres que, a cambio de colonizar un territorio, se convertían en pequeños propietarios y no dependían de ningún señor feudal. El símbolo de esta independencia era el rollo, un elemento que nos indicaba que esta villa se autorregulaba e impartía justicia por sí misma. Estas Comunidades de Hombres Libres han entrado a formar parte de cierta mitología medieval castellana y, como todos los mitos de frontera, están impregnados de romanticismo.

Gormaz fue en su momento una villa pujante y populosa, con Dios pero sin Amo, y su esplendoroso pasado contrasta con el agónico presente.  Cuenta una leyenda que un visitante que no recibió un trato hospitalario por parte de los vecinos de Gormaz, maldijo al pueblo y deja esta frase para la posteridad: “Gormaz, si ahora sois treinta mil, seréis treinta nada más”. Maldito o no, Gormaz se mantiene, de  momento, con su veintena de habitantes.

(Continuará)

Viajes a ninguna parte: En busca del silencio en Soria (II)

Viajes a ninguna parte: Alhama de Murcia, las rotondas más surrealistas del mundo

Tags: Verano
Noticia anterior

CÓMICS! By Lluís Ferrer Ferrer. DRAGON BALL (1984) de Akira Toriyama

Siguiente noticia

Carlos Areces: “El disco de Tamara es mejor que el 90% del pop español que se hace hoy en día”

RelacionadoNoticias

Educación impulsa un plan para ayudar al profesorado a encontrar vivienda en las Pitiusas

Educación impulsa un plan para ayudar al profesorado a encontrar vivienda en las Pitiusas

16 junio 2025
Costa sin ley: dos embarcaciones abarloadas celebran una fiesta pegadas a las rocas de Cala Gració

Costa sin ley: dos embarcaciones abarloadas celebran una fiesta pegadas a las rocas de Cala Gració

16 junio 2025
Cerca de 500 personas protestan en Ibiza en contra de la masificación turística

Cerca de 500 personas protestan en Ibiza en contra de la masificación turística

15 junio 2025
Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”

Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”

15 junio 2025
Siguiente noticia

Carlos Areces: “El disco de Tamara es mejor que el 90% del pop español que se hace hoy en día”

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios recientes

  • Pitius en Cerca de 500 personas protestan en Ibiza en contra de la masificación turística
  • Presidencia en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”
  • JESUS GALLARDO en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”
  • JESUS GALLARDO RAMIREZ en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”
  • S'acabat sa festa en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”

Archivos

  • junio 2025
  • mayo 2025
  • abril 2025
  • marzo 2025
  • febrero 2025
  • enero 2025
  • diciembre 2024
  • noviembre 2024
  • octubre 2024
  • septiembre 2024
  • agosto 2024
  • julio 2024
  • junio 2024
  • mayo 2024
  • abril 2024
  • marzo 2024
  • febrero 2024
  • enero 2024
  • diciembre 2023
  • noviembre 2023
  • octubre 2023
  • septiembre 2023
  • agosto 2023
  • julio 2023
  • junio 2023
  • mayo 2023
  • abril 2023
  • marzo 2023
  • febrero 2023
  • enero 2023
  • diciembre 2022
  • noviembre 2022
  • octubre 2022
  • septiembre 2022
  • agosto 2022
  • julio 2022
  • junio 2022
  • mayo 2022
  • abril 2022
  • marzo 2022
  • febrero 2022
  • enero 2022
  • diciembre 2021
  • noviembre 2021
  • octubre 2021
  • septiembre 2021
  • agosto 2021
  • julio 2021
  • junio 2021
  • mayo 2021
  • abril 2021
  • marzo 2021
  • febrero 2021
  • enero 2021
  • diciembre 2020
  • noviembre 2020
  • octubre 2020
  • septiembre 2020
  • agosto 2020
  • julio 2020
  • junio 2020
  • mayo 2020
  • abril 2020
  • marzo 2020
  • febrero 2020
  • enero 2020
  • diciembre 2019
  • noviembre 2019
  • octubre 2019
  • septiembre 2019
  • agosto 2019
  • julio 2019
  • junio 2019
  • mayo 2019
  • abril 2019
  • marzo 2019
  • febrero 2019
  • enero 2019
  • diciembre 2018
  • noviembre 2018
  • octubre 2018
  • septiembre 2018
  • agosto 2018
  • julio 2018
  • junio 2018
  • mayo 2018
  • abril 2018
  • marzo 2018
  • febrero 2018
  • enero 2018
  • diciembre 2017
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • septiembre 2017
  • agosto 2017
  • julio 2017
  • junio 2017
  • mayo 2017
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • enero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • octubre 2016
  • septiembre 2016
  • agosto 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • agosto 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • agosto 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • febrero 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • agosto 2013
  • julio 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012
  • octubre 2012
  • marzo 13

AVISO LEGAL Los contenidos generados por Noudiari se encuentran bajo CC BY-NC 3.0 ES Noudiari.es, Av. de Santa Eulària nº 17 escala D oficina 15D, Illes Balears redaccion@noudiari.es Noudiari es un proyecto de La Pitiusa de Internet SL, NIF B57810103. Política de cookies y Declaración de privacidad Hecho con Wordpress

Gestiona tu privacidad

Para ofrecer las mejores experiencias, nosotros y nuestros socios utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. La aceptación de estas tecnologías nos permitirá a nosotros y a nuestros socios procesar datos personales como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas (IDs) en este sitio y mostrar anuncios (no-) personalizados. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.

Haz clic a continuación para aceptar lo anterior o realizar elecciones más detalladas. Tus elecciones se aplicarán solo en este sitio. Puedes cambiar tus ajustes en cualquier momento, incluso retirar tu consentimiento, utilizando los botones de la Política de cookies o haciendo clic en el icono de Privacidad situado en la parte inferior de la pantalla.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Estadísticas

Marketing

Características
Siempre activo

Siempre activo
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Administrar opciones
{title} {title} {title}
Sin resultados
Ver todos
  • Local
    • Local
    • Santa Eulària
    • Sant Joan
    • Sant Antoni
    • Formentera
    • Sant Josep
    • Vila
  • + Pitiüses
  • Deportes
    • Fútbol
    • Baloncesto
    • Atletismo
    • Balonmano
    • Natación
    • Motor
    • Tiro con arco
  • Opinión
    • Cartas a noudiari
    • Columna
  • Cultura
    • Libros
    • Música
    • Llibres curiosos
    • Paraules Nostres
    • Cine
    • Cómics
  • Empresas

AVISO LEGAL Los contenidos generados por Noudiari se encuentran bajo CC BY-NC 3.0 ES Noudiari.es, Av. de Santa Eulària nº 17 escala D oficina 15D, Illes Balears redaccion@noudiari.es Noudiari es un proyecto de La Pitiusa de Internet SL, NIF B57810103. Política de cookies y Declaración de privacidad Hecho con Wordpress