La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha acordado prorrogar por un año más la concesión a Puertos y Litorales Sostenibles (PyLS) para la gestión del Port Nàutic de Ibiza, así como la adjudicación de una única concesión de 16 años para el puerto de La Savina en Formentera, dos decisiones que ponen de manifiesto una preocupante desconexión entre este organismo y las legítimas demandas de la ciudadanía.
La APB ha concedido una prórroga a PyLS hasta mayo de 2026, a pesar de las múltiples denuncias por parte del Club Náutico de Ibiza y la Asociación de Amarristas. Estas denuncias incluyen incumplimientos como la falta de servicios prometidos y obras fuera de normativa.
La justificación de la APB, basada en retrasos atribuibles a fenómenos meteorológicos y trámites administrativos, resulta poco convincente y un tanto ridícula. Además, la falta de transparencia y la ausencia de sanciones efectivas refuerzan la percepción de una gestión permisiva y alejada del interés público.
En Formentera, la APB ha decidido mantener un único operador para gestionar las marinas del puerto de La Savina, reduciendo el periodo de concesión de 25 a 16 años. Esta decisión ha sido tomada a pesar de las reclamaciones de partidos políticos y Consell d’Entitats de Formentera, que pedían más de un operador para evitar una situación de monopolio.
La total falta de consideración hacia las propuestas procedentes de la sociedad civil y la ausencia de un proceso participativo transparente, generan un profundo malestar en la ciudadanía, que percibe al organismo presidido por Javier Sanz como un ente foráneo, alejado e insensible, únicamente preocupado por maximizar sus beneficios económicos.
Las decisiones de la APB en Ibiza y Formentera evidencian una preocupante falta de sensibilidad hacia las necesidades y demandas de la sociedad pitiusa; cada vez más distante de lo que reclama la ciudadanía local y poco respetuosa con la voluntad de los ciudadanos de las Pitiusas. Lamentable.