Cáritas Diocesana de Ibiza ha presentado su memoria anual 2024, en la que destaca una leve bajada del 8 % en el número de personas atendidas respecto al año anterior. A pesar del descenso, la entidad ofreció ayuda a 2.716 personas, pertenecientes a 68 nacionalidades distintas, así como a una veintena de personas apátridas.
Una de las principales novedades de este informe es que, por primera vez en varios años, la nacionalidad más atendida ha sido la española (24,5 %), seguida por personas procedentes de Colombia y Paraguay.
Cáritas alerta de que, en Ibiza, la exclusión social ya no está ligada únicamente a la pobreza monetaria, sino que factores como el coste de la vivienda y los servicios básicos están desempeñando un papel fundamental en la cronificación de las situaciones de vulnerabilidad.
La acogida sigue siendo la principal puerta de entrada a los programas de la entidad. Desde allí se derivan a proyectos como el de alimentos —con más de 80.000 kg distribuidos— o la entrega de casi 1.000 tarjetas para compras directas en grandes superficies de la isla. Además, Cáritas ofreció más de 30.000 € en ayudas para alquiler y farmacia.
Red de acogida y nuevas infraestructuras
La atención no se concentra únicamente en la sede principal. Cáritas también realiza acogidas en Santa Eulària, Sant Antoni, Puig d’en Valls, Sant Jordi y Can Bonet, trabajando de forma coordinada con las parroquias locales.
En 2024, la entidad inauguró el centro de acogida Natzaret, orientado a mujeres y menores en situación de urgencia y sin hogar. Paralelamente, en el programa para personas sin hogar, se atendió a más de 230 personas, muchas de ellas en situación de calle o infravivienda, con graves problemas de salud mental o consumo.
Inserción laboral y recogida textil
El programa de empleo acompañó a 459 personas con baja empleabilidad, de las cuales 80 lograron un contrato laboral gracias al trabajo de la agencia de colocación y la empresa de inserción.
En el ámbito medioambiental y social, Cáritas recogió más de 300.000 kilos de residuo textil, que fueron reutilizados o repartidos de forma gratuita. Esta actividad, además de su impacto ecológico, contribuye a la contratación de personas en proceso de inserción.
Educación, cooperación internacional y acción penitenciaria
El centro Betania, aunque afectado por un traslado temporal debido a obras, acompañó a 459 personas, entre adultos y menores, en actividades formativas (castellano, alfabetización, inglés) y de ocio saludable.
Cáritas Ibiza también mantiene una línea de cooperación internacional con Cáritas Rabat, a través de un proyecto financiado por el Fons Pitiús de Cooperació, y continúa su labor en el centro penitenciario de Ibiza, ofreciendo acompañamiento humano y espiritual.
Más de 130 voluntarios al servicio de los demás
Desde la entidad se ha querido agradecer a los más de 130 voluntarios que colaboran cada día con su tiempo y compromiso, así como a todas las personas, empresas e instituciones que apoyan su labor.
Cáritas reafirma su compromiso con los colectivos más vulnerables de Ibiza, recordando que la lucha contra la exclusión social pasa por un enfoque integral que va mucho más allá de las ayudas económicas.