La Asociación Noches de Ibiza (AEON), que agrupa a empresarios de ocio vinculados a Sant Antoni, ha calificado como “muy preocupante” el balance de la temporada turística para los negocios de ocio nocturno del municipio y pide la derogación de la Zona de Protección Acústica Especial. El secretario de la Asociación Noches de Ibiza, Juan Pantaleoni, afirma: “El West End está compitiendo en una desigualdad de condiciones injusta y brutal respecto a otras zonas de ocio del municipio y de la isla. Esto es una evidencia. Desde que se limitaron los horarios, cada año va a peor y este verano se ha notado un salto en negativo bastante importante. Esta limitación horaria está hundiendo la zona”.
Según explica Juan Pantaleoni, “es una zona que desde hace varios años sufre una injusta limitación de horarios que nos obliga a cerrar a las tres de la madrugada, cuando todo el mundo en la isla está cerrando a las seis. Esto se justifica con el argumento de que hay mucho ruido, pero los locales no generan contaminación acústica, sino que el ruido ambiente se debe a la afluencia de gente. Si esta medida se aplicara a otras áreas de la isla, también tendrían que ser Zona de Protección Acústica Especial, pero a nosotros nos ha caído la desgracia”.
La Asociación denuncia que “la ausencia de un mapa de ruido, junto con las irregularidades en las mediciones acústicas, implican la nulidad de la declaración de la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE)”. El secretario de AEON argumenta que “sufrimos unas normas que no se pueden cumplir. Y la prueba es que, en la época del COVID, en el año 2020, con todos los locales cerrados, se superaban las limitaciones acústicas que prevé la ZPAE. Esto supone una condena para nosotros que será imposible de levantar, ya que es muy difícil que una zona como el West pueda volver a trabajar de una forma normal”.
“La oferta de ocio que antes ocupaba cuatro manzanas o cinco, actualmente ha quedado reducida a una calle, Santa Agnès, y hemos visto que muchos pequeños empresarios han tenido que cerrar puertas. Este año es el peor, desde que se nos ha impuesto esta limitación horaria. Si se trata de una tendencia o de algo coyuntural, no lo sé, pero es muy preocupante. Este verano el ocio nocturno ha flaqueado muchísimo y estamos en una situación muy precaria que dudo que sea sostenible durante muchos años más”, ha resumido Pantaleoni.
Impacto limitado de Okuda
También el vicepresidente de la Asociación y dueño del histórico bar Colón, José Colomar Ribas, insiste en reclamar al Ayuntamiento la derogación de la ZPAE: “En mi calle, de los 12 locales que había antes, solo quedan dos abiertos. Es evidente que hay menos ruido y molestias que antes, pero las limitaciones siguen igual. Por eso pedimos la derogación de la ZPAE o, por lo menos, que se modifiquen los límites horarios para que podamos trabajar, ya que supone un agravio bastante grande en comparación con otras zonas de la isla y nos afecta mucho, desde hace años, la obligación de cierre a las tres de la madrugada, que no distingue entre bares, cafés conciertos y salas de fiestas”.
Colomar subraya que “la obra de Okuda ha sido positiva, sobre todo para la calle Santa Agnès, pero las calles colindantes hemos quedado fuera de esta ola artística. Por supuesto, valoramos positivamente la intervención y el cambio de nombre del barrio, pero consideramos necesario que se acompañe de otras medidas como eliminar la ZPAE, la mejora de la iluminación y aumentar la limpieza de las calles adyacentes, porque también existimos. Si además se extendiera la intervención de arte urbano, tendría sentido para apoyar y revitalizar todo el barrio”.