La bióloga Antònia Maria Cirer Costa, una de las máximas especialistas en la ‘podarcis pityusensis’, la lagartija típica de Ibiza y Formentera, ha reclamado públicamente a las instituciones baleares e ibicencas que tomen medidas para evitar la desaparición del «único vertebrado endémico de nuestras islas; consciente de que probablemente estamos en los últimos años en los que todavía se pueda preservar una muestra de ejemplares en vida salvaje”.
In extremis, con el reloj en contra y con la necesidad de tomar medidas urgentes y efectivas de una vez antes de que sea demasiado tarde, Cirer apremia con vehemencia a los responsables políticos en una carta que ha enviado a la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, al conseller balear de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente; y al presidente del Consell de Ibiza y a los alcaldes de los cinco ayuntamientos de la isla. Un texto en el que la bióloga denuncia las “carencias de actuación que nos ha llevado a la situación actual”.
Cirer no se anda con paños calientes y habla de la “inoperancia de los técnicos, la grave negligencia de gestión y la gran ignorancia de los principios básicos de la ecología, biología de los reptiles y mecanismos de evolución que han demostrado los responsables de fauna silvestre. Se constata la grave miopía que se ha tenido desde los organismos ubicados en Mallorca y la carencia de control por parte de las instituciones ibicencas”.
Medidas calamitosas
Así, critica con especial dureza la primera respuesta ante la aparición de serpientes: “Pese a los informes de la Asociación Herpetológica Española que recomendaba la erradicación de las especies invasoras, desde la conselleria de Medio Ambiente optaron por diagnósticos optimistas y delirantes, como los pronósticos del doctor Valentín Pérez-Mellado, que apostaban por una adaptación de la sargantana y recomendando la convivencia con las serpientes”.
“Con estos errores iniciales, los sucesivos departamentos del Govern que gestionan el medio ambiente han apostado por ejecutar labores de ‘control de plagas’ en vez de promover un plan estratégico de erradicación de especies invasoras”, explica Cirer, quien añade que “después de 15 años perdidos, en el que se han realizado miles de capturas de serpientes, cada año aumentan las capturas y aumenta el territorio afectado, con lo que se constata que la estrategia de control de plagas ha sido fallida”.

Antes de que sea tarde
Ante este desastre, Cirer propone unas medidas que considera prioritarias y que son las siguientes: elaboración un plan estratégico de actuación a corto, medio y largo plazo; habilitar zonas de cría in situ de lagartijas, protegidas por vallas antiserpientes; que se potencien lugares de cría ex situ en varios zoológicos, como el que ya existe en el zoológico de Barcelona; y establecer un mecanismo real y eficiente de coordinación de todos los voluntarios y organismos que actualmente están capturando serpientes, ya que “cada uno actúa por su cuenta y sin ninguna coordinación ni ayuda real”.
Finalmente, reclama que se exploren e implementen mecanismos eficientes de erradicación de serpientes, ya que hasta ahora solo se han hecho tareas de control de plagas.