En una tranquila mañana de un lunes cualquiera de octubre, hoy, dos miembros de la tripulación del yate Foners limpian la cubierta y adecentan los cojines de los amplios sofás de la terraza superior. Nadie podría pensar, en su paseo por la Marina, que este barco, grande pero no excesivamente llamativo ni espectacular comparado con la ‘bestia’ llamada Perla Lunar que tiene a su lado, es el Fortuna, yate emblemático de la Familia Real Española, utilizado por el emérito rey Juan Carlos I.
Y es que el Foners tiene una historia singular. Construido en los astilleros IZAR de San Fernando (Cádiz) fue un obsequio de 22 empresarios baleares al rey Juan Carlos I en el año 2000.
Era un regalo que buscaba promocionar las islas como destino turístico, ya que la condición que pusieron era que se utilizara durante sus vacaciones en las Illes Balears. El yate, de 43 metros de eslora y nueve de manga, cuenta con cuatro camarotes dobles y espacio para una tripulación de ocho personas.
En 2013, el monarca renunció a su uso antes de abdicar y solicitó su desafectación como bien del Patrimonio Nacional.
Posteriormente, el barco fue devuelto a la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) y, tras un breve periodo en el mercado, fue adquirido en 2014 por la compañía Baleària por unos 2,2 millones de euros.
Inicialmente, la naviera pretendía aprovechar las turbinas Rolls-Royce del buque para adaptarlas a sus ferris, pero el proyecto fue descartado.
Tras varios intentos de venta —con precios que llegaron a reducirse hasta igualar su coste de adquisición—, Baleària decidió retirar el yate del mercado en 2021.
De modo que el barco continúa siendo propiedad de la naviera Baleària, según ha confirmado a Noudiari la compañía, pero, actualmente, el lujoso buque es gestionado por una empresa especializada en el alquiler de yates de alto nivel, que lo ofrece para su disfrute privado a precios que oscilan entre unos 15.000 y 20.000 euros al día, según fuentes del sector náutico.
Desde comienzos del verano, el Foners permanece atracado en la IGY Marina de Ibiza, donde hoy mismo se podía observar a personal de limpieza trabajando a bordo, lo que indica que el yate sigue plenamente operativo.
Según ha revelado el portal Vanitatis, una productora estadounidense alquiló recientemente el yate por un día para el rodaje de un peculiar reality show, en el que se mezclan nannies, junto a padres millonarios para los que las cuidadoras desean trabajar. El medio explica que Ibiza ha sido el escenario de esta producción durante varias semanas, y que el proyecto se encuentra actualmente en fase de postproducción.

El programa, que se estrenará en Disney+ dentro de varios meses, permitirá ver el interior del Foners a través de televisores y dispositivos. No obstante, según señala Vanitatis, la plataforma aún no ha confirmado si este contenido se emitirá también en España o si quedará limitado al mercado estadounidense. El rodaje, llevado con gran discreción, incluyó escenas en lugares muy reconocibles de la isla como El Silencio (Cala Molí), el beach club Nassau, SHU Talamanca y varias villas privadas de Ibiza.
Ahora, el Foners sigue en el puerto de Ibiza y su reciente aparición en una producción internacional confirman que el legendario yate del rey sigue estando activo y navegando.


En este enlace se pueden ver imágenes de su interior, que también se revelarán en el reality que se ha grabado en su interior este verano: https://nauticblue.es/yates/custom-royal-yacht-150/






