Álex Ubago emociona pero no llena

Aina Balaguer / Anoche, en el recinto ferial de Eivissa, tenía lugar el concierto de Álex Ubago, como parte del programa de la feria touribisport 2013 que se está llevando a cabo este fin de semana en la isla. Llamaban notablemente la atención la falta de problemas para encontrar aparcamiento y la ausencia del bullicio de personas que se amontonan en la apertura de puertas y avanzan, entre empujones, hacia el escenario. Las luces de los puestos de perritos calientes y creppes  ayudaban a disminuir la sensación de que uno había llegado tarde al evento.

Una vez dentro de la carpa exterior del recinto, poco más de quinientas personas se congregaban frente al escenario para ver al artista de Vitoria presentar su nuevo disco Mentiras sinceras, lleno del romanticismo propio que siempre ha caracterizado sus canciones, así como un optimismo en sus letras que no era tan evidente en anteriores trabajos.

Poco más tarde de las diez y media de la noche, después de que Chris Martos terminara su actuación como telonero, llegó el momento esperado por los presentes. Con traje negro y camisa blanca, Álex Ubago hacía aparición en el escenario con su banda, dando el pistoletazo de salida al concierto y saludando efusivamente a sus fans, a los que manifestó su ilusión por actuar de nuevo, siete años después, en la isla pitiusa.

El vitoriano se mostró muy entregado durante toda la actuación, en la que combinó nuevos temas de su último trabajo con canciones de otros anteriores, las cuales sonaban con cierto aire renovado en sus arreglos musicales. Combinando baladas con temas más movidos, Álex dinamizaba el espectáculo.

Pocos per buenos
El público era excesivamente reducido en relación al aforo dispuesto para el evento, pero no por ello dejó de expresar su apoyo y admiración por el intérprete, colmándolo de calurosos aplausos, alzando sus brazos constantemente y bailando al ritmo, más roquero, de las guitarras de sus nuevas canciones.

Después de No te rindas, bien pasado el ecuador del concierto, una parte de los oyentes abandonaba la carpa sin reclamar los bises, hecho que causó cierta confusión en el resto, pues se percibían dudas acerca de si el espectáculo había concluido o no. Aun así, el cantante, reapareció en escena y supo mantener al público restante bien emocionado.

Con su bis inicial, Para aprenderte, pieza dedicada a su primer hijo Pablo, y acompañado únicamente por el teclado, puso la piel de gallina a muchos. Ella vive en mí, Aunque no te pueda ver, Me muero por conocerte y ¿Qué pides tú?, fueron algunas de las canciones más aclamadas.

Después de tres bises más y pasada ya la media noche, el artista se despidió de su público ibicenco cubriéndolo de elogios y lanzándole fervorosos besos de agradecimiento por su presencia, abandonando de inmediato el escenario para seguir atendiendo a los fans que se agrupaban, ansiosos, en la puerta del camerino para hacerse una foto con él.

Cabe añadir que, a pesar de la escasa venta de entradas y el vacío evidente, Álex Ubago supo llegar, con su precisa afinación llena de sentimiento, a los corazones de sus fieles seguidores, aportando la calidez que se extrañaba en el recinto.