Cola kilométrica en el aeropuerto de Ibiza de personas recién llegadas a la isla que esperan más de hora y media para poder coger un taxi. Algunos de sus vuelos han tardado menos tiempo en cruzar parte del continente que el que van a emplear en poder cubrir los escasos 15 o 20 kilómetros que separan la terminal aeroportuaria de su hotel. Sin duda, un mazazo en toda regla a la imagen turística de la isla.
Pero esto no solo ocurre en Sant Josep, donde las licencias estacionales no entrarán en funcionamiento hasta el día 15 de este mes. Anoche esta estampa se reproducía también en el puerto de Ibiza y en la parada del Passeig de ses Fonts de Sant Antoni. En la capital de la isla, la fila de gente se extendía a lo largo de más de 70 metros, hasta la estatua del Marinero.
Gente de pie, desesperada, aguardando un taxi que les llevara a su hotel. Algunos con niños pequeños de la mano. Ocurría tanto en la Avenida de Santa Eulària como en la calle Bartomeu Roselló del municipio de Ibiza, con compases de esperas de hasta 45 minutos. En Sant Antoni el tiempo mínimo para poder embarcar era inferior, pero rondaba también los 25 minutos.
Una situación que no contribuye para nada a la recuperación, que se proyecta al exterior como un problema y que hará que muchos de quienes han pasado por este mal trago se lo piensen dos veces antes de repetir experiencia en Ibiza, una isla que vive por completo del turismo y cuyo servicio de transporte público no está, a día de hoy, a la altura de las necesidades que existen.
Algo que las instituciones deberían remediar de inmediato para salvaguardar la principal fuente de ingresos de la isla, que no se puede permitir que desde el exterior se la vea como un destino turístico de segunda por este motivo.
50 minutos al telefono y mi madre ha tenido que ir andado a Can Misses.
QUIEN ES EL RESPOSABLE?; por favor un poco de sentido comun para los habitantes de esta isla.
Señores del Consell, a que juegan ?, creo que cobran todos los meses pero su trabajo no se donde esta.
«Algo que las instituciones deberían remediar de inmediato para salvaguardar la principal fuente de ingresos de la isla, que no se puede permitir que desde el exterior se la vea como un destino turístico de segunda por este motivo.»
Las instituciones son las CAUSANTES de este problema. Con la de gente que debería de estar dispuesta a trabajar, es imposible que no haya suficientes taxis en la isla, a menos que se le prohíba a la gente trabajar o se les pague por no trabajar.
Por no hablar de que las frecuencias de autobús, pese a que están llegando muchos turistas, es la misma que en 2019 cuando no había virus.
¿ Quienes conceden las licencias de taxis el Consell o los Ayuntamientos ? ¿ De quién es la culpa ?