La asociación DJs i Productors d’Eivissa i Formentera (DIPEF) ha elevado su voz ante las recientes medidas que afectan al sector musical, como el precinto de equipos de sonido, la retirada de licencias y la prohibición de actuaciones de Dj’s en algunos locales de la isla. En un artículo de opinión, la asociación denuncia que estas acciones ponen en riesgo no solo a los profesionales, sino también a la música «como patrimonio cultural inmaterial de Ibiza«.
Desde DIPEF subrayan que una regulación justa y clara es necesaria, pero advierten que debe respetar el descanso, el medio ambiente y permitir la convivencia entre espacios silenciosos y espacios musicalizados. Según la agrupación, la normativa actual es desigual y arbitraria debido a la existencia de cinco ordenanzas municipales diferentes en los cinco ayuntamientos de la isla, lo que complica su trabajo y el de los establecimientos donde pinchan.
Uno de los casos más destacados es el de un establecimiento mítico en Ses Salines, donde se ha prohibido la actuación de DJs, basándose en la legislación sobre parques naturales que no permite “eventos” en esa zona. DIPEF critica esta medida y propone que la presencia del DJ se interprete como un servicio cultural y no como un evento, pues “el dj selecciona la música para crear momentos especiales, no se trata de fiesta ni excesos”, explica la asociación.
Además, DIPEF reclama que se reconozca el valor de la música de Ibiza como un patrimonio cultural único, comparando la situación con el techno de Berlín, que ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. “Tenemos una identidad musical propia, emotiva y ritual, como la música para la puesta de sol”, destacan.
La asociación lamenta la falta de respaldo institucional para su sector, que a pesar de ser un motor económico fundamental, no cuenta con políticas de protección, educación ni profesionalización local. A pesar de las numerosas propuestas presentadas a la administración, que incluyen presupuestos y hojas de ruta para el desarrollo cultural y económico, DIPEF asegura que «no han obtenido un apoyo real».
En este sentido, concluye con una exigencia clara: “Demandamos una regulación justa y el reconocimiento de la música como patrimonio cultural inmaterial de Ibiza, con las protecciones que ello conlleva”.
Ses Salines són el nostre Patrimoni i així ho està declarat. Es xumba-xumba no. Així de clar.