Tras el incendio producido en Can Rova 2, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha señalado que el incidente «pone de manifiesto la gravedad de la situación en el asentamiento», algo que viene denunciando desde hace tiempo: existe «riesgo de incendios, electrocución y amenazas para la salud pública». También confirma la explosión de una bombona de gas butano, como habían comentado a este diario personas que viven en este poblado chabolista.
Los informes técnicos de Medio Ambiente «ya alertaban sobre el alto potencial de combustión en la zona debido a residuos acumulados, la presencia de combustible en generadores y la falta de elementos de prevención y extinción de incendios adecuados», apuntan fuentes municipales.
Asimismo, el ayuntamiento apunta que un informe elaborado por el ingeniero técnico municipal señalaba que la mayoría de las viviendas construidas en el asentamiento estaban hechas con materiales altamente inflamables y no regulados (madera sin tratar, plásticos, lonas, textiles y restos de obra), lo que incumplía las normativas básicas de seguridad, habitabilidad, instalaciones eléctricas, gas y salubridad, representando un peligro real de incendios.
La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, ha declarado que “estos mismos informes técnicos respaldaron la autorización del desalojo de Can Rova 2 por parte de un juez en el pasado mes de abril, aunque horas después fue suspendido y, actualmente, el caso está judicializado”. Además, Ferrer ha puesto de manifiesto la importancia de que “se tomen medidas inmediatas y definitivas para resolver este problema, que pone en riesgo la seguridad y la salud de muchas personas, así como la protección de infraestructuras críticas del municipio”.
La Policía Local de Santa Eulària des Riu ha acudido a la zona tras recibir el aviso de que se había producido una explosión en el asentamiento y de que se veía una columna de humo en la finca. Sobre el terreno ha contado con la colaboración de la Policía Local de Ibiza, que también se ha desplazado a la zona. En el lugar donde se ha producido el incendio, de aproximadamente 40 a 60 metros cuadrados, se han quemado una caravana, tiendas de campaña, así como pequeñas construcciones de madera y plástico.
«El origen del incendio parece situarse en la cocina de una de las tiendas, lo que habría provocado la explosión de una bombona de butano y también habría afectado a un generador cercano». Afortunadamente, no se han registrado daños personales, sin embargo, una familia ha perdido su vivienda. En este caso, el consistorio ha puesto a su disposición la ayuda de los servicios sociales de la institución, «pero han declinado hacer uso de ellos», señala el ayuntamiento.
Santa Eulària recuerda que, en caso de un incendio de mayor magnitud, estarían en riesgo infraestructuras críticas del municipio, como las vías principales EI-600 y EI-20, los helipuertos del Servicio de Extinción de Incendios Forestales de sa Coma y del Hospital Can Misses, así como el propio hospital y zonas de alto valor ambiental como sa Serra Grossa (Zona de Especial Conservación) y áreas verdes colindantes, que podrían afectar a los municipios de Eivissa, Sant Josep y Sant Antoni.