EFE / El Gobierno y las comunidades autónomas debaten mañana si espaciar el pinchazo de la segunda dosis en los menores de 79 años para acelerar la vacunación con al menos una dosis del mayor número posible de personas vulnerables, una estrategia seguida en países como el Reino Unido.
La Comisión de Salud Pública debatirá mañana esta propuesta que se hace eco de demandas formuladas anteriormente por Cataluña y Andalucía, y que busca “vacunar cuanto antes al mayor número de las personas más vulnerables” debido a la situación epidemiológica actual en plena cuarta ola del coronavirus.
La estrategia pasa porque en los menores de 79 años las segundas dosis de Pfizer y Moderna no se administren, respectivamente, a los 21 y 28 días, sino a las seis y ocho semanas de la primera inyección.
Los técnicos de la Comisión debatirán mañana este cambio que, de ser aceptado en el Consejo Interterritorial de Sanidad, supondría optar por la estrategia del Reino Unido, frente a la seguida hasta el momento de forma generalizada en los países de la Unión Europea, entre ellos España: respetar las indicaciones de administración del fabricante de los sueros.
El debate se plantea a pocas horas de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se pronuncie sobre la administración de la vacuna de Janssen -cuya distribución ha sido suspendida temporalmente mientras se estudian unos casos de trombos- y cuando el suero de Astrazeneca se ha reservado únicamente en nuestro país para la población de entre 60 y 69 años.
Unos dos millones de personas están pendientes aún de recibir la segunda dosis de Astrazeneca.
Autorizan el primer ensayo clínico que combina diferentes vacunas
De momento, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ya ha autorizado el primer ensayo clínico que combina diferentes vacunas y evalúa la seguridad de administrar una dosis de Pfizer a personas ya vacunadas con AstraZeneca, menores de 60 años.
Ante esta situación varias comunidades hayan alertado de que necesitan más vacunas para poder seguir con la campaña de inmunización. Según el último informe del Ministerio de Sanidad, hay un fondo de unas 800.000 vacunas en reserva, más la remesa que ha llegado este lunes de Pzifer, 1,2 millones de dosis.
Precisamente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha asegurado que España recibirá desde el próximo 26 de abril y durante todo el mes de mayo una media de 1,7 millones de dosis a la semana de Pfizer, una vacuna sobre la que la Unión Europea sustenta de momento su estrategia de inmunización.
El borrador que analizarán mañana los técnicos, al que ha tenido acceso Efe, propone no obstante continuar con la separación de segundas dosis de Pfizer y Moderna tal como se recoge en la estrategia actual en los octogenarios.
En esta propuesta se señala que en las situaciones de alta incidencia de enfermedad, ingresos hospitalarios y fallecimientos, junto a una situación de disponibilidad limitada de vacunas, algunos autores y países plantean la ampliación entre dosis.
De ahí que se abra el debate de aumentar o no el intervalo entre dosis de vacuna más allá de lo establecido en los protocolos de los ensayos clínicos, con el objetivo de administrar un mayor número de primeras dosis a esos colectivos, “acelerar” el control de la pandemia y “limitar el impacto en la salud de estas personas”.
Pero también recoge argumentos favorables a mantener la pauta de vacunación actual, como que si la segunda se administra de forma precoz, la respuesta inmune es menor.
De hecho, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha avisado de que las vacunas de la covid-19 autorizadas “deben usarse tal y como se describe en el prospecto del producto”, lo que se traduce en dos dosis con “tres semanas” de diferencia entre la primera y la segunda en el caso de Pfizer/BioNTech y “28 días” para Moderna.
Además, según ese organismo, el prospecto de las dos vacunas de la covid-19 subraya al hilo de cómo vacunar con AstraZeneca que “no hay datos disponibles sobre la intercambiabilidad” de estas inyecciones con otras vacunas de la covid-19 para completar el ciclo de vacunación, lo que significa que las dos dosis que reciba el paciente deben ser de la misma farmacéutica.
Cataluña fue la primera comunidad autónoma en solicitar ese retraso en la segunda dosis de Pfizer para llegar a más población. “No podemos perder tiempo, la covid no da tregua y no podemos eternizar estos debates que representan soluciones ante esta epidemia”, apremió el pasado martes la consellera de Salud, Alba Vergés.
Dos días más tarde, formuló esta misma idea el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que apostó por combatir “la carencia” de vacunas con un espaciamiento de las dosis que en su opinión permitiría que, aunque la inmunidad no sea total, la enfermedad sea menos dura y se evite la vacunación.
Cantabria se ha mostrado ya favorable a esa idea, pues, en palabras de su director de Salud Pública, Reinhard Wallmann, en un escenario de aumento de contagios como el actual “es preferible tener a más personas con una dosis”, aunque eso signifique que haya menos ciudadanos con la pauta completa.
También la consejera de Castilla y León, Verónica Casado, se ha mostrado favorable a la idea y ha urgido a tomar cuanto antes una decisión.
Por otra parte, la Comisión de Salud Pública tiene sobre la mesa otros documentos para intentar llegar a un acuerdo, entre ellos las recomendaciones ante la reactivación progresiva de eventos y actividades multitudinarias.
Subraya el escrito que los eventos o actividades multitudinarias ya sean culturales, deportivos, religiosos o festivales, entre otros, se consideran situaciones de riesgo de transmisión de coronavirus y recuerda que a finales de mes Sanidad y comunidades aprobaron las actuaciones de respuesta coordinada para el control de la covid.