El canal británico Sky News se ha hecho eco de los desequilibrios de la isla con un reportaje que titula de forma elocuente: «¿Está Ibiza al límite? Servir al rico pero vivir en una furgoneta». Las cámaras del programa londinense se adentran en los poblados chabolistas, recaban la opinión de quienes viven en caravanas, tiendas de campaña o casetas construidas con palés, frágiles vigas y plásticos, entre otros desechos. Pero también se entrevista con dj’s, profesores y entidades dedicadas a la conservación del territorio para conocer la respuesta a la pregunta que se hace.
Campamentos que no tienen ni agua corriente ni luz ni aseos… La imagen de la isla no sale bien parada, pero retrata fielmente una cruda realidad que no solo afecta a quienes vienen a trabajar durante la temporada turística, sino que golpea también a los ibicencos. No hay vivienda. O mejor dicho, no hay vivienda a un precio que pueda pagar un empleado con un sueldo medio. Ni en venta ni alquiler. Los precios se han disparado, casi no se construyen pisos sociales y el hecho de que Ibiza esté de moda y a dos o tres horas de las principales capitales europeas lo complica todo un poco más.
Pero Sky News habla también de la presión turística, de los vertidos al mar, el colapso de las infraestructuras, la pérdida de calidad de las aguas de baño, los episodios de cierre de playas por contaminación (21 veces en 2023) y de la falta de agua potable. Y se hace eco también de las protestas de una parte de la población en contra de la masificación turística, que no del turismo (mañana domingo hay una manifestación en Ibiza por este motivo).
Las personas entrevistadas por el canal británico relatan esta realidad desde diferentes puntos de vista. Una de ellas es el profesor y conocido voluntario de la lucha contra las serpientes Dean Gallagher, que opina que es urgente abordar el problema de la vivienda. Dean alquila una propiedad “humilde”, pero afirma que le sería imposible comprar ni siquiera un estudio, a pesar de trabajar en varios empleos.
“En los últimos seis o siete años, he visto cómo los alquileres se han duplicado literalmente… Conozco a personas, trabajadores esenciales, afectados por esto, personas que realmente necesitamos para la seguridad, para la sanidad, y que están viviendo en condiciones terribles, algunos de ellos… Ibiza es una isla popular, lo entiendo, pero los trabajadores clave necesitan un lugar donde vivir…”
“La gente lo está pasando realmente mal. Creo que tiene que haber un equilibrio. Las personas con dinero pueden venir y comprar, pero también tienen que aportar algo”, subraya.
Incluso las serpientes invasoras por las que es conocido al atraparlas en la isla son, según él, un síntoma del problema. “Cuando la gente se muda aquí… han traído palmeras y, sobre todo, olivos desde la península o desde lugares como Marruecos, que desafortunadamente venían con algunos polizones. Esos polizones eran huevos de serpiente. Eclosionaron aquí, se multiplicaron, y ahora la isla está plagada de ellas.”
Ibiza, como la mayoría de las islas pequeñas, tiene un “ecosistema muy delicado”, añade Dean. “Y la construcción excesiva y la decadencia desmedida pueden causar problemas en ecosistemas muy frágiles. Si [Ibiza] se pone demasiado al día con el resto del mundo, [si se convierte] en un barrio rico más dentro de una gran ciudad, entonces está perdiendo un poco su esencia. Creo que todo el mundo tiene derecho a progresar y ganar dinero, pero también necesitamos conservar lo que realmente hace especial a este lugar.”
“Aquí hay mucha gente con personalidad, muy colorida, y el ambiente es muy liberal, relajado y progresista. Puedes caminar por la calle y encontrarte literalmente con cualquiera: celebridades, hippies, DJs… y [en el norte] es muy tranquilo, silencioso y pacífico. No todo gira en torno al hedonismo intenso», dice.
Otras personas que intervienen en el reportaje hablan de la disminución de la calidad de vida de los residentes, del aumento de delitos y de la tolerancia de los ibicencos «a comportamientos espantosos», según señala un Dj y producto que ha trabajado en la isla y que prefiere mantenerse en el anonimato, por lo que sale ante la cámara disfrazado con una máscara que le tapa la cara.
Las imágenes de los poblados chabolistas que aparecen en el vídeo no es algo nuevo, pero ha ido a más de forma exponencial en los tres últimos años. Muchos de quienes viven en ellos son personas que trabajaban, no son delincuentes, afirman a Sky News, pero sus sueldos, más elevados en muchos casos que en otros puntos del país, no les permiten pagar los precios del alquiler que se piden en la isla.
Vale que el artículo muestra la cruda realidad insular. Como para continuar promocionando y gastando dineros en una «Ibiza fake» y el supuesto turismo sostenible. Lo que se avecina en un desastre insular: falta agua, no podemos eliminar la basura actual, se fomentan lujosas villas con piscinas, hay caos circulatorio, no hay suficientes policía y guardia civil, caos hospitalario por personal insuficiente y descontento, profesorado … Hay que resetear el modelo de sociedad a la que nos abocamos. Solo decreciendo hay soluciones; y no lo dicen los medios de comunicaci9n de paises foráneos que son proveedores básicos de turistas