La plaga no se detiene. Nada menos que cinco serpientes, dos hembras y tres machos, de enorme tamaño algunas de ellas (la más grande era de 1.75 metros y la más pequeña de 1.10 metros), han aparecido dentro de la misma y pequeña trampa. Es el excepcional hallazgo que se ha producido esta misma semana en una trampa, instalada por InsectIbiza, en una finca de la zona de Sant Llorenç (municipio de Sant Joan, Ibiza).

Al hacer el descubrimiento, los propietarios afectados, incapaces de enfrentarse al amasijo de ofidios en la trampa por sus medios, contactaron con Timotheus Freytag, una de las voces más activas en la lucha contra las serpientes quien, a su vez, se puso en contacto con el conocido ‘cazaserpientes’ de Ibiza, Dean Gallagher, que lleva trabajando contra la plaga desde 2019.
En la finca ya estaba otra empresa, LizzardSield, que que está abordando este tipo de actuaciones de retirada de serpientes ante la alta demanda, especialmente del público extranjero que encuentra serpientes en sus fincas. Es decir, que cada vez vemos más casos de profesionalización de la ‘caza’ que hasta hace bien poco solo contaba con voluntarios para trabajar contra ella (Cofib del Govern balear, Institut d’Estudis Eivissencs, Amics de la Terra, Gen-Gob etc…)




Gallagher explica que ese apelotonamiento de serpientes en una única (y pequeña) trampa es algo «excepcional, extraordinario», y que puede deberse «a que una de las hembras estuviera en su período de reproducción y atrajese por ello a los machos para su apareamiento».
La trampa estaba maltrecha, pesaba mucho e incluso los ofidios habían reventado el cubículo del ratón que ejerce como cebo. Y otro dato: esto sucedió en una semana, es decir, que en solo siete días atraparon las cinco serpientes.
Gallagher cogió la trampa y la llevó bajo una sombra para poder trabajar con cuidado y tranquilidad, «porque era necesario sacarlas una por una y que no escapase ninguna», explica.
«Estoy contento de ver que hay más gente, incluso empresas privadas, que trabajan en esto porque tenemos que hacer equipo entre todos y aprender entre todos, ya que tenemos que acabar de una vez con esta plaga terrible que va a terminar con el ecosistema de la isla. Hay que compartir información y yo mismo quiero seguir aprendiendo de todo esto y de todas las personas que colaboren», remarca Gallagher en conversación con Noudiari.
Hay que recordar que estas serpientes no son venenosas ni atacan de motu propio a los humanos pero hay que manejarlas con cuidado y su principal peligro es que arrasan con las lagartijas autóctonas de la isla.

A lo largo de estos años de lucha contra la plaga de serpientes invasoras (de culebra y herradura, principalmente) que comenzaron a entrar en Ibiza en el año 2003, hace ya más de 20 años (escondidas en los cepellones de grandes olivos ornamentales, ya crecidos, traídos desde la península para villas y agroturismos), la isla ha asistido a una dramática evolución de la especie en Ibiza acompañada de intensas campañas de exterminio que no han sido suficientes como para controlar la proliferación de esta especie, que no cuenta con depredador alguno en Ibiza.
El foco principal estuvo desde el principio en la zona de Sant Llorenç, precisamente donde está ubicada la trampa que corresponde a este artículo, y después en Sant Joan y el conjunto de Santa Eulària. Desde allí ha alcanzado ya la costa oeste de la isla, aunque hay zonas donde todavía no se ha constatado su presencia de manera tan evidente, como en áreas de Sant Josep y Sant Antoni.
Resulta desesperante para los voluntarios y trabajadores de esta batalla ver cómo se están encontrando ejemplares cada vez más grandes.
La lagartija de Ibiza (Podarcis pityusensis) evolucionó sin estos depredadores y ahora las poblaciones podrían desaparecer por completo de la isla por la acción depredadora de las serpientes, que incluso culebrean por el mar y han alcanzado islotes.