No quiere generar alarmismo pero, al mismo tiempo, sí que quiere lanzar un llamamiento para que haya más información, sobre todo entre el personal sanitario, que ayude a identificar los casos rápidamente.
Tras una semana ingresado en el hospital Can Misses de Ibiza tras la picadura de una araña violinista, el paciente, Pau Kokura, alerta de la necesidad de un protocolo claro que mejore la identificación y el tratamiento temprano de estas mordeduras, a la vez que alaba el gran trato que ha recibido por parte del personal sanitario del hospital. En una carta que ha hecho llegar a Noudiari.es y en posterior conversación con este medio, subraya la importancia de acudir rápidamente a urgencias ante los primeros síntomas.
“Me encuentro ingresado por la picadura de una araña violinista, ocurrido hace una semana en mi domicilio”, explica Pau Kokura, que está pendiente de recibir el alta estos días, aunque deberá seguir al menos una semana de baja y con tratamiento.
Según relata, la picadura pasó desapercibida al principio, pero fue empeorando con el paso de las horas, provocándole fiebre, escalofríos y un dolor creciente. “El mayor riesgo es no identificar la picadura a tiempo”, advierte Kokura que compara los síntomas con los que sintió después de la vacuna del Covid.
La araña violinista —también conocida como Loxosceles rufescens— es una especie autóctona del Mediterráneo. No es agresiva con los humanos, pero puede morder si se siente amenazada, y se encuentra en rincones oscuros del hogar. “Puedes tener indicios por los exoesqueletos que deja al mudar la piel y por su tela, mal tejida, deshilachada, pero, en cualquier caso, una limpieza regular de la vivienda es la mejor manera de prevenirla”, apunta el afectado.
Aunque los encuentros con esta especie son infrecuentes, en Ibiza se han detectado varios casos en los últimos años. “Yo he contado cinco desde 2021”, afirma Kokura, aunque no está seguro de que sean todos debidos a violinistas, porque son referencias en medios de comunicación de las que no ha encontrado muchas más referencias. Un estudio de la Universitat de les Illes Balears, recuerda, documentó un caso en Mallorca en 2022.
Uno de los principales problemas, según denuncia, es la escasa formación sobre esta picadura en los servicios de atención primaria. “Se trata de un instante crucial y, como he podido comprobar, no existe un protocolo adecuado para su identificación”, sostiene, aunque está muy agradecido con el trato por parte de la sanidad pública. El tratamiento recibido en su caso fue una combinación de antibióticos, corticoides y analgésicos, que ha resultado eficaz, aunque requiere tiempo y seguimiento hospitalario.
A pesar de la experiencia, el afectado insiste en que no hay que generar alarmismo sino concienciar sobre la necesidad de actuar con rapidez y de que los profesionales sanitarios contemplen esta posibilidad cuando los síntomas lo sugieran. Aprovecha también para expresar su agradecimiento al personal sanitario: “Gracias a Can Misses y todo su personal de urgencias y de planta, cuyo trabajo diario con los y las pacientes es durísimo y lo llevan a cabo con entereza y alegría”.
Finalmente, lanza una propuesta para mejorar las estancias hospitalarias: “Un menú bien diseñado, sencillo y sano, pero de temporada, nutritivo y ecológico, aceleraría las recuperaciones y, estoy seguro, ahorraría impuestos”.
Está claro que en los centros de atención primaria deben conocer los síntomas para actuar rápidamente.