Todo lo que rodea a este barco es estratosférico. Desde sus dimensiones a la fortuna de su dueño. Costó construirlo 450 millones de dólares, mide 142 metros de eslora y 20 de manga, tiene dos helipuertos, varias piscinas y 2.000 metros cuadrados habitables.
Se llama Dragonfly (Libélula, en español) y, tras zarpar de un puerto francés, recala estos días en Ibiza, donde se encuentra fondeado frente a la bahía de Talamanca.
Para ver sus reales dimensiones es muy ilustrativo este vídeo:
Probablemente para resguardar su privacidad, el barco no está cerca de la costa y para verlo bien ha sido necesario un teleobjetivo. No así los demás barcos que han pasado hoy junto a las tremendas dimensiones del yate que ocuparía casi un campo de fútbol y medio.

Si impresionan los números del barco, todavía lo hace más conocer el nombre de su propietario: Serguéi Brin, cocreador y cofundador del motor de búsquedas Google junto a Larry Page en 1998 (a partir del algoritmo que crearon llamado PageRank). A día de hoy ambos todavía controlan el 16% de Google.

Está entre las 20 personas más ricas del mundo y su fortuna personal ronda los 101.000-143.000 millones de dólares, según la fuente consultada.
El astillero alemán Lürssen, del que han salido algunos de los yates más impresionantes del mundo, es el constructor del Dragonfly , que se diseñó con el nombre de «Proyecto Alibaba» y que hace apenas unos meses empezó a navegar oficialmente con su nombre definitivo y su nuevo dueño a bordo.