Los hechos sucedieron el día 9 cerca de las 12:00 horas, momento en el en el 091 se recibió un requerimiento de una empresa de seguridad privada en la que se daba cuenta que desde una joyería se había pulsado el conocido como “botón del pánico” de su sistema de seguridad, que no es otra cosa que el “Pulsador de Atraco”.
Por todo ello, un vehículo patrulla respondió a la alarma personándose en el establecimiento con carácter de urgencia, acorde con las necesidades del servicio como se desprendía de la situación que, al parecer, se estaba viviendo en el establecimiento.
Al llegar, tras sortear el abundante tráfico y los obstáculos inherentes a un núcleo urbano de las características de Vila en pleno mes de mayo, con los riesgos que conlleva este tipo de desplazamientos, el indicativo de Seguridad Ciudadana, se encontró con que el encargado de la joyería les dijo que no ocurría nada y que simplemente había pulsado el botón para comprobar “cuanto tardaba la policía en llegar”, por política empresarial.
Por todo lo anterior, desde el Grupo de Seguridad Privada de la Policía Nacional en Ibiza se procedió a verificar tales extremos y a proponer al establecimiento para una sanción que podrá oscilar desde los 3.001 a los 20.000 euros, en base a la ley de Seguridad Privada 5/2014 de 4 de Abril, por unas acciones tipificadas como infracción grave: “El anormal funcionamiento de las medidas de seguridad obligatorias adoptadas o instaladas cuando ocasionen perjuicios a la seguridad pública o a terceros” (art. 59.2.e)
Desde el Grupo de Seguridad Privada de la Policía Nacional se recuerda que un dispositivo de tales características, como un pulsador de atracos, solamente debe accionarse ante una amenaza real, ya que implica la reacción de los indicativos policiales poniendo en riesgo su vida y la de terceros, si durante el desplazamiento, se produjera un accidente.
Pero cuánto tardaron?