La Dirección General de Pesca, la Federación Balear de Cofradías de Pescadores y la Organización de Productores Pesqueros OPMallorcaMar han manifestado por carta al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación su desacuerdo con el límite de captura de gamba roja (Aristeus antennatus) para 2026 establecido por la UE.
En la carta piden al director general de Pesca Sostenible, Ramon de la Figuera, que exprese este malestar ante la Comisión Europea y también que se gestione de manera individualizada el caladero de Baleares (GSA5), ha informado en un comunicado la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural.
Además, reclaman la retirada del límite de captura (TAC) por considerarlo innecesario.
El director general de Pesca, Antoni Grau, ha asegurado que «la limitación simultánea y descoordinada de días de pesca y kilos de gamba roja obliga a los pescadores a pescar más cerca de la costa y capturar mucho más pescado del que pueden comercializar».
Grau tilda la cuota de gamba que mantiene la Comisión Europea de «innecesaria y contradictoria con otras medidas de gestión que ya se aplican, como la talla mínima y la regulación de los días de pesca».
Según el director general, los informes científicos elaborados por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) y presentados al Comité Científico de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (GFCM), en diciembre de 2024, concluyen que la pesquería de gamba roja en Baleares ya se explotaba de forma sostenible en 2023, con proyecciones que indican una mejora significativa del estado del recurso en los próximos años con los actuales niveles de explotación.
Según la Conselleria, la situación actual es «aún más favorable», ya que durante los años 2024 y 2025 se han aplicado «reducciones drásticas» en el número de días de pesca y, en 2025, se han implementado otras medidas como la talla mínima para la gamba y el incremento de la malla mínima para la pesca de profundidad.
Grau considera que «la mortalidad por pesca necesariamente debe ser, en la GSA5, sensiblemente inferior a la de 2023, más aún teniendo en cuenta que no ha habido movimiento de barcos desde otras regiones».
El director general considera «inaceptable que las evaluaciones se hagan públicas con dos años de retraso, cuando las poblaciones explotadas evolucionan muy rápidamente».
Grau reclama una gestión del Mediterráneo basada en unidades geográficas diferenciadas y solicita a la Secretaría General de Pesca «que, como mínimo, gestione el caladero de Baleares con un plan de pesca regionalizado».
Ha recordado que la GSA5 ya cuenta con un plan de gestión específico parcial,» mediante la orden que regula el acceso de las embarcaciones alicantinas a los caladeros de las Pitiusas».
Defiende que, a pesar del entorno regulador de la Comisión Europea y de las limitaciones competenciales del Estado en la materia, impulsar planes de cogestión pesquera por zonas geográficas, en particular en regiones insulares como Baleares, permitiría una gestión más eficaz, realista y sostenible.
El Govern y los pescadores tienen la intención de elaborar en los próximos meses, una propuesta de plan de cogestión de la pesca de arrastre en la GSA5, basada en que «la actividad es económicamente viable y ambientalmente sostenible en el Mediterráneo, y particularmente en las Illes Balears».
EFE