Noudiari.es
  • Local
    • Local
    • Santa Eulària
    • Sant Joan
    • Sant Antoni
    • Formentera
    • Sant Josep
    • Vila
  • + Pitiüses
  • Deportes
    • Fútbol
    • Baloncesto
    • Atletismo
    • Balonmano
    • Natación
    • Motor
    • Tiro con arco
  • Opinión
    • Cartas a noudiari
    • Columna
  • Cultura
    • Libros
    • Música
    • Llibres curiosos
    • Paraules Nostres
    • Cine
    • Cómics
  • Empresas
Sin resultados
Ver todos
Sin resultados
Ver todos
Noudiari.es
Sin resultados
Ver todos

La Mirada: El saber no ocupaba lugar, por Juan Antonio Torres Planells

Por Vicent Ribas
30 abril 2019
en + Pitiüses, Opinión
0
0
Compartido
Share on FacebookShare on Twitter

 

Escuela Graduada en la década de 1950. Foto Viñets.
Juan Antonio Torres Planells.

Escribimos a velocidades astronómicas con el teclado de nuestros móviles y de nuestros ordenadores. Una nueva escritura está emergiendo con palabras abreviadas o insinuadas. Son letras tipo que se escriben por impulsos y de lo que no quedará más constancia que lo que se guarde en el ordenador y no se destruya o algún virus se lo lleve todo a la basura. Hablamos todo el día por el móvil, pues estamos siempre localizados y localizables, además de que siempre tememos “algo importante” que decirnos. Ya no escribimos cartas, pues las nuevas tecnologías las han hecho desaparecer del mapa. Y ya que digo mapa, no hace falta comprarnos ninguno porque con el gps del móvil o el coche nos dirige hacia el lugar donde queremos ir. Vivimos al día y al instante, intentando saltar los “baches” que la vida nos pone por delante a cada momento, con lo que no tenemos tiempo ni interés en saber de dónde venimos ni a dónde vamos, tal es la inmediatez de nuestras vidas. Pero hace unas décadas, los nacidos durante la primera mitad del siglo XX, fuimos/somos unos privilegiados por formamos parte de los “dinosaurios” que pasamos de escribir a mano, de tener escasos recursos para estudiar, de usar un libro para estudiar todos los temas de los estudios de Primaria y uno por asignatura en los estudios de Bachillerato, de tener una sola biblioteca privada de uso público (la de la Caja de Pensiones de Vara de Rey) y de alquilar tebeos en una tienda a un mundo donde los niños llevan un teléfono móvil en la mano, se escribe y estudia en un ordenador y tienen cincuenta mil posibilidades de estudiar y de alternativas en la vida. Venimos de una generación donde no conocimos otro sistema político que una dictadura fascista, que intentaba culturalizarnos en su pensamiento monolítico, y aprendimos a ser democráticos y a ir a votar periódicamente a las diversas ofertas de ideas políticas se nos ofrecen. Venimos de usar tinta y plumín para escribir a usar el ordenador y las diversas ofertas tecnológicas que se nos ofrecen ahora. Y esa generación “diplodocus” hemos tenido la gran suerte de vivir la experiencia de toda la transformación social, cultural y económica que se ha producido en tan pocos años. Y es que nos enseñaron en que había que saber cuánto más mejor para abrirte caminos de porvenir en la vida, porque “el saber no ocupaba lugar”.



 

La única enseñanza obligatoria que teníamos era la Primaria y allí comenzamos nuestros primeros pasos en la lectura y escritura. Las clases de Primaria eran por las mañanas y por las tardes. El principal colegio de la ciudad fue la escuela Graduada, construida durante la II República en unos terrenos conocidos como “s’Hort del Bisbe” y donde ahora se están construyendo los nuevos juzgados.  «Mis primeros pasos» era el título de un libro de párvulos donde comenzamos a organizar nuestro cerebro. Las letras, la escritura, los números, la convivencia con otros niños fue el comienzo. Todo esto, junto con las normas básicas de higiene y urbanidad que te enseñaban padres y maestros, nos iba conformando, o formateando como se podría decir ahora, para la vida futura. El uso del lápiz de mina de carbón era fácil de borrar si equivocabas los signos. Cuando pasamos a la escritura con tinta mediante un plumín móvil, sujetado a un palito torneado, ya fue la acabose: gotas caídas sobre la libreta por demasiada tinta mojada en el tintero o porque te habías manchado la mano porque la habías puesto sobre la escritura que no estaba aún seca, hacían las cosas muchísimo más difíciles. Pero como antes de nosotros ya hubo otros que experimentaron los mismos desastres, el uso de una hoja de afeitar arreglaba el estropicio raspando sobre el papel.

Edificio del Ayuntamiento de Eivissa, en la plaza de Espanya, donde estaba el Instituto de Enseñanza Media “Santa Maria de Ibiza”. Década de 1950. Foto Viñets. Colección Nieves Planells Molina.

Poco a poco, la escritura se fue acomodando a nuestro propio estilo, después de aprender la caligrafía, y fuimos inventándonos una firma con una complicada rúbrica para diferenciarnos de los demás. Las cuatro reglas aritméticas las fuimos aprendiendo de memoria a base de una cantinela y la Historia Sagrada y la de España nos introdujo en los mitos de nuestra existencia y de nuestra nación. La ortografía la aprendimos de memoria, como casi todo, pero también con los errores que íbamos cometiendo en la escritura, errores que eran señalados ostentosamente por el maestro en el lugar de la falta con tinta roja. Unas consignas políticas dibujadas en la pizarra con tizas de colores acababan de ilustrarnos la semana. En aquella infancia, iniciamos la lectura divertida gracias a los cuentos diminutos Calleja que llevaban los chocolates Tárraga. Durante aquellos años escolares, nuestra alimentación básica se reforzó con la ayuda norteamericana a base de un vaso de leche diaria hecha con leche en polvo y un trozo de queso. 

Interior de la biblioteca de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, en el paseo de Vara de Rey. Década de 1950.

Algunos privilegiados pudimos estudiar el Bachillerato a partir de los 10 años (unos 60 alumnos de toda la isla por curso), con enorme esfuerzo por parte de algunas familias, edad que era cuando se ingresaba en el Instituto Santa María para hacer el bachillerato, instituto único en toda las islas de Ibiza y Formentera que ocupaba, entonces, buena parte del edificio del Ayuntamiento de la Plaza de España 1 en Dalt Vila. Las clases de Bachillerato fueron sólo por las mañanas, siendo las tardes para estudiar, ir a repaso de aquellas asignaturas que más dificultades nos causaban, sobre todo matemáticas, pero también nos dejaba tiempo libre para ir a la biblioteca a leer o a jugar con nuestros amigos.

La caligrafía aprendida en la escuela se convirtió en escritura pensada, y nuestros medios de escritura se hicieron más complejos: pluma estilográfica rellenable de tinta mediante una goma que hacía de émbolo, hasta la aparición del bolígrafo de tinta seca Bic que revolucionó la escritura. Las cuatro reglas aritméticas se hicieron más complejas al ser usadas con quebrados, reglas de tres simples y compuestas o raíces cuadradas. La memorización de las cuatro reglas básicas de cálculo nos hizo el trabajo más fácil, pues en aquel tiempo no existían las calculadoras y cuando aparecieron en la década de 1960 estaba completamente prohibido su uso en las aulas. La geometría se hizo también más compleja y pasamos de las circunferencias y triángulos a los conos, poliedros y perspectivas. Aprendimos a hacer dibujo lineal en papel de barba con compases, reglas, cartabones y tinta china con una hoja de afeitar al lado para raspar lo mal hecho, y dibujo artístico con lápiz carbón y lápices de colores Goya con una buena goma de borrar al lado. La física y la química llenó nuestro cerebro de fórmulas de los elementos atómicos, sabiendo usar las fórmulas del agua como H2O o el del anhídrido carbónico como CO2, entre muchas otras cosas. El latín entró en nuestras vidas mediante Julio César o Cicerón para conocer a la madre de nuestras lenguas romances, y el francés se convirtió en nuestro segundo idioma «oficial» para abrirnos al mundo. La historia y la geografía se hizo mundial, con mapas físicos y políticos que teníamos que rellenar y colorear. Y la literatura nos convirtió en futuros lectores o escritores de historias o poesías.

Alumnos de bachillerato durante una clase de historia y geografía con don Manuel Sorá Boned, profesor y director del Instituto. Final de la década de 1950. Foto Archivo de Imagen y Sonido Municipal de Eivissa-AISME.

Todo este saber cabía en una maleta de cuero que nos reconocía como estudiantes de bachillerato. Allí dentro llevábamos los libros que correspondían a las clases del día, las libretas de espiral con hojas que podían ser arrancadas y el cajoncito con los útiles de escritura que nos hacían falta en aquel día a día, además de la caja de compases, reglas y tintas varias. En la ciudad, nuestro suministrador principal para todo el material que usábamos en aquellos nuevos estudios fue la Librería e Imprenta de Can Verdera, en la calle Guillem de Montgrí, pero también la librería de doña Luz, dueña del Diario de Ibiza, en la calle de Azara o la don Pepe Ramón, en la calle Riambau. Allí solicitábamos desde los libros de texto hasta el último de los utensilios precisos para nuestro trabajo en estos segundos estudios que nos iban abriendo paso, de forma silenciosa, hacia nuestro futuro. 

En los recreos de media hora del Instituto teníamos varias posibilidades: ir a jugar al Soto; ayudar a misa a don Isidoro Macabich, profesor de religión, en la capilla del Santo Cristo del Cementerio de la iglesia de Santo Domingo (solía tocar a los que conocía por ser o haber sido monaguillos, pues saber ayudar a misa requería unos conocimientos especiales en aquel tiempo); ir a buscar un bocadillo de atún al puesto de María en el Mercado Viejo o, esto especialmente interesante, ir a Can Carlos o Carlets a alquilar tebeos. Sí, habéis leído bien: alquilar. Sentados en el bordillo de la acera de la calle Torres Guasch, actual carrer de sa Xeringa, leíamos el último tebeo de El capitán Trueno, el Jabato, Roberto Alcázar y Pedrín o Hazañas Bélicas por unos céntimos de peseta. La biblioteca pública de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros, situada en el paseo de Vara de Rey número 3, era otro de nuestros sustentos «intelectuales» en las tardes de nuestra adolescencia, después de pasar por la sala etnológica de aquella institución de ahorro, bajo la atenta mirada de doña Regina, que cuidaba de que no leyéramos lo que no nos estaba permitido por nuestra corta edad. Los recién llegados libros de aventuras de Tin Tín eran nuestros preferidos. Los más asiduos a la biblioteca solían ser recompensados con una libreta de ahorro donde la Caixa te había ingresado una pequeña cantidad para que te animaras a ahorrar.

Grupo de alumnos de bachillerato reunidos para celebrar la fiesta de Santo Tomás. Década de 1960. Colección Juan Antonio Torres Planells.

Dios, Patria y Franco: esta era la santísima trinidad de aquellos años de nuestra infancia y adolescencia. No había una cosa sin otra. «España es una unidad de destino en lo universal» era una de las frases de la Formación del Espíritu Nacional que nos enseñaban. La bandera simbolizaba a España y teníamos que rendirle culto con el brazo alzado cuando la izaban en el patio de nuestra escuela a primera hora de la mañana, antes de ir cada uno a su aula respectiva. «Una, grande, libre» era la leyenda que culminaba el escudo de España de la época. «Todo por la Patria» se leía en todos los cuarteles de los militares y la guardia civil. España, Patria, Bandera… todo era un todo y nosotros haciendo lo que nos mandaban, ya que estas frases no nos decían casi nada en nuestro día a día, salvo que eso de la Patria o de España nos marcaba un territorio y nos hacía diferentes a otras naciones. Para que nos enorgulleciéramos de ser españoles teníamos la Historia de España en la que se resaltaban los hechos de guerreros, reyes y descubridores, destacando que habíamos sido la nación más poderosa de la Tierra, «donde nunca se pone el sol», haciendo referencia al haber sido dueños por conquista o descubrimiento de lugares de todas las partes del mundo, desde América hasta las Filipinas o las Islas Marianas, media Europa y algunos enclaves de África, dando la vuelta al mundo.

Todo esto era fruto de una guerra civil de la que nosotros vivimos las consecuencias de aquella época de gritos, proclamas grandilocuentes y represión ideológica y de costumbres. Pero nosotros éramos niños o adolescentes y no sabíamos más de lo que nuestros padres nos podían contar, que solía ser muy poco por no decir nada. Lo único que les interesaba era que estudiáramos mucho para abrirnos un porvenir, porque el saber no ocupaba lugar.

Pronto llegaría una gran revolución: la máquina de escribir, cosa que fuimos aprendiendo algunos para poder trabajar en oficinas y bancos. Este artefacto se hizo casi imprescindible en muchas casas al fabricarse las máquinas de escribir portátiles. De aquí pasamos a los primeros ordenadores en la década de 1980 y a los primeros teléfonos móviles. Estos últimos 20 años han  provocado la mayor revolución social y cultural de la historia. Vivimos desde hace cuarenta años en una democracia donde se escuchan todo tipo de proclamas e ideas políticas; hemos pasado de un estado de partido único a un “Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, y que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”. Pero no podemos olvidar que el mundo se ha globalizado; que formamos parte de un gran proyecto en marcha como es la Unión Europea y que debemos preservar nuestro futuro de progreso y de unión para el bienestar de todos. Regresar al pasado es no haber aprendido nada del futuro.

Juan Antonio Torres Planells

Tags: Columna
Noticia anterior

El PSIB cree que Pedro Sánchez no se plantea gobernar con Ciudadanos

Siguiente noticia

El comercio balear vende un 0,9% más en marzo

RelacionadoNoticias

Sorprenden y detienen a un ‘camello’ vendiendo droga en una zona de ocio de Sant Antoni

Sorprenden y detienen a un ‘camello’ vendiendo droga en una zona de ocio de Sant Antoni

15 junio 2025
El PP de Ibiza critica la inacción del Gobierno ante la llegada de menores no acompañados

Interceptadas este domingo otras 16 personas llegadas en patera a Formentera

15 junio 2025
Cortes de tráfico en la carretera EI-20 por trabajos de jardinería

Cortes de tráfico en la carretera EI-20 por trabajos de jardinería

15 junio 2025
Policía Local Sant Joan

Tres detenidos en Sant Joan por falsedad documental y delito contra la seguridad vial 

15 junio 2025
Siguiente noticia

El comercio balear vende un 0,9% más en marzo

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios recientes

  • Mateuer en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”
  • I.p.r en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”
  • Centauro QUIRÓN en Interceptadas este domingo otras 16 personas llegadas en patera a Formentera
  • Josepí en Una residente en autocaravana domiciliada en la isla: “Vivir en Ibiza se ha convertido en un deporte de riesgo”
  • Maria en Alfonso Rojo: «No creo en una isla solo de lujo. Sería inviable»

Archivos

  • junio 2025
  • mayo 2025
  • abril 2025
  • marzo 2025
  • febrero 2025
  • enero 2025
  • diciembre 2024
  • noviembre 2024
  • octubre 2024
  • septiembre 2024
  • agosto 2024
  • julio 2024
  • junio 2024
  • mayo 2024
  • abril 2024
  • marzo 2024
  • febrero 2024
  • enero 2024
  • diciembre 2023
  • noviembre 2023
  • octubre 2023
  • septiembre 2023
  • agosto 2023
  • julio 2023
  • junio 2023
  • mayo 2023
  • abril 2023
  • marzo 2023
  • febrero 2023
  • enero 2023
  • diciembre 2022
  • noviembre 2022
  • octubre 2022
  • septiembre 2022
  • agosto 2022
  • julio 2022
  • junio 2022
  • mayo 2022
  • abril 2022
  • marzo 2022
  • febrero 2022
  • enero 2022
  • diciembre 2021
  • noviembre 2021
  • octubre 2021
  • septiembre 2021
  • agosto 2021
  • julio 2021
  • junio 2021
  • mayo 2021
  • abril 2021
  • marzo 2021
  • febrero 2021
  • enero 2021
  • diciembre 2020
  • noviembre 2020
  • octubre 2020
  • septiembre 2020
  • agosto 2020
  • julio 2020
  • junio 2020
  • mayo 2020
  • abril 2020
  • marzo 2020
  • febrero 2020
  • enero 2020
  • diciembre 2019
  • noviembre 2019
  • octubre 2019
  • septiembre 2019
  • agosto 2019
  • julio 2019
  • junio 2019
  • mayo 2019
  • abril 2019
  • marzo 2019
  • febrero 2019
  • enero 2019
  • diciembre 2018
  • noviembre 2018
  • octubre 2018
  • septiembre 2018
  • agosto 2018
  • julio 2018
  • junio 2018
  • mayo 2018
  • abril 2018
  • marzo 2018
  • febrero 2018
  • enero 2018
  • diciembre 2017
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • septiembre 2017
  • agosto 2017
  • julio 2017
  • junio 2017
  • mayo 2017
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • enero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • octubre 2016
  • septiembre 2016
  • agosto 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • agosto 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • agosto 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • febrero 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • agosto 2013
  • julio 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012
  • octubre 2012
  • marzo 13

AVISO LEGAL Los contenidos generados por Noudiari se encuentran bajo CC BY-NC 3.0 ES Noudiari.es, Av. de Santa Eulària nº 17 escala D oficina 15D, Illes Balears redaccion@noudiari.es Noudiari es un proyecto de La Pitiusa de Internet SL, NIF B57810103. Política de cookies y Declaración de privacidad Hecho con Wordpress

Gestiona tu privacidad

Para ofrecer las mejores experiencias, nosotros y nuestros socios utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. La aceptación de estas tecnologías nos permitirá a nosotros y a nuestros socios procesar datos personales como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas (IDs) en este sitio y mostrar anuncios (no-) personalizados. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.

Haz clic a continuación para aceptar lo anterior o realizar elecciones más detalladas. Tus elecciones se aplicarán solo en este sitio. Puedes cambiar tus ajustes en cualquier momento, incluso retirar tu consentimiento, utilizando los botones de la Política de cookies o haciendo clic en el icono de Privacidad situado en la parte inferior de la pantalla.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Estadísticas

Marketing

Características
Siempre activo

Siempre activo
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Administrar opciones
{title} {title} {title}
Sin resultados
Ver todos
  • Local
    • Local
    • Santa Eulària
    • Sant Joan
    • Sant Antoni
    • Formentera
    • Sant Josep
    • Vila
  • + Pitiüses
  • Deportes
    • Fútbol
    • Baloncesto
    • Atletismo
    • Balonmano
    • Natación
    • Motor
    • Tiro con arco
  • Opinión
    • Cartas a noudiari
    • Columna
  • Cultura
    • Libros
    • Música
    • Llibres curiosos
    • Paraules Nostres
    • Cine
    • Cómics
  • Empresas

AVISO LEGAL Los contenidos generados por Noudiari se encuentran bajo CC BY-NC 3.0 ES Noudiari.es, Av. de Santa Eulària nº 17 escala D oficina 15D, Illes Balears redaccion@noudiari.es Noudiari es un proyecto de La Pitiusa de Internet SL, NIF B57810103. Política de cookies y Declaración de privacidad Hecho con Wordpress