El Ajuntament de Sant Josep ha coordinado una nueva salida para realizar el seguimiento científico de las praderas de posidonia oceánica, uno de los ecosistemas marinos más importantes y protegidos del Mediterráneo. La actividad, llevada a cabo los pasados 12 y 13 de septiembre, forma parte del trabajo que realiza la Xarxa de Monitoratge de Posidònia impulsada por el Govern de les Illes Balears, y ha contado con la participación de voluntarios y técnicos especializados.
Durante las dos jornadas, los equipos recopilaron datos sobre el estado de conservación de las praderas submarinas en varias estaciones situadas en los fondos marinos próximos a Es Vedrà y a la zona de Es Freus, entre Ibiza y Formentera, concretamente en las inmediaciones del islote des Caragoler.
La iniciativa ha contado con el apoyo de los centros de buceo Orcasub (Cala Tarida) y Anfibios (Playa d’en Bossa), y ha movilizado a unas 15 personas, entre voluntarios y técnicos del proyecto. Durante las inmersiones se analizaron indicadores clave como la densidad y cobertura de la posidonia, la presencia de especies invasoras, y otros signos relevantes como frutos, flores o condiciones ambientales.
El Ayuntamiento de Sant Josep ha asumido los costes de embarcación y equipamiento necesarios para llevar a cabo la recogida de datos en dos estaciones oficiales situadas en su litoral. Además, ha financiado el seguimiento de cinco estaciones adicionales: la Xanga, Porroig, Cap Llentrisca, Cala d’Hort y Conillera, ampliando así el alcance del monitoreo en su costa.
Compromiso con la conservación marina
Con esta actuación, el consistorio josepí reafirma su compromiso con la conservación de los ecosistemas marinos y, en particular, con la protección de la posidonia, una planta endémica del Mediterráneo que actúa como barrera natural contra la erosión, almacén de carbono y refugio para cientos de especies.
“La protección de la posidonia no es solo una cuestión ambiental, sino también una inversión en el futuro de nuestras costas”, señalan desde el consistorio.
Este tipo de acciones de seguimiento contribuyen a disponer de información científica actualizada que permita tomar decisiones de gestión adecuadas para preservar la biodiversidad y los recursos marinos de Ibiza.