En los momentos de crisis es cuando se demuestra la valía de las personas. Las educadoras de la Escoleta Municipal de Can Coix y, con ellas, las familias usuarias del centro se han visto abocadas desde el pasado viernes 16 de mayo a una huelga indefinida provocada por la falta de diligencia de la empresa gestora Asturservicios La Productora y el Ayuntamiento de San Antonio de Portmany.
Desde hace ya dos años, las trabajadoras de dicho centro educativo han estado reclamando mejoras en sus condiciones laborales, sin que nadie haya atendido a sus peticiones. El encarecimiento de la vida en la isla de Ibiza y la problemática actual de la vivienda, han hecho que la situación se haya visto insostenible para muchas de las trabajadoras, tanto así, que algunas de ellas se han visto obligadas a dimitir de sus puestos, dejando de lado su vocación, para poder encontrar una alternativa laboral que les permita sufragar los gastos obligatorios a los que cualquier persona debe hacer frente.
Para quién no conozca la etapa educativa de 0-3 años, el vínculo emocional que se crea entre bebé y educadora es la base primordial para el bienestar del alumnado que está matriculado en esta franja de edad. Un vínculo creado a base de cariño, constancia y paciencia por parte de las familias y las educadoras que se hacen cargo de ellos, un vínculo que se rompe al haber rotación de personal, teniendo que volver a empezar de cero todo el duro proceso de adaptación. Esto para las familias es un duro golpe tanto emocional, como de compatibilidad con los puestos de trabajo, ya que la conciliación y los permisos son más que limitados para estas situaciones y, dependen en su gran mayoría de la buena fe de las empresas el dar flexibilidad o no a dichas circunstancias.
Dicho esto, las educadoras han estado insistiendo en la necesidad de realizar cambios sustanciales en sus condiciones laborales para poder seguir desempeñando su labor y mantener una estabilidad en la plantilla, ahora bajo mínimos, para poder garantizar el bienestar emocional de aquellas personas que más nos debe importar: nuestros hijos e hijas. Sin embargo, sus peticiones no han sido tenidas en cuenta por la concejala de educación de cultura del Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany, la Sra. Prats. Quien sin ir más lejos, demuestra en cada reunión, ya sea con trabajadoras, familias (en reuniones individuales o en grupo) una falta total de empatía hacia los problemas que nos preocupan, ridiculizando con sus gestos cada palabra que la persona que tiene delante pronuncia, pero sin ningún argumento, solución o información que aportar. Porque hasta la fecha, lo único que ha podido decir es que “se tienen en cuenta las peticiones”, pero no se ha hecho ningún movimiento hasta que las familias no hemos forzado algún tipo de acción por parte de las personas que nos representan en este gobierno municipal.
El 22 de mayo, se convocó a las familias a una reunión en la sala del pleno del ayuntamiento, donde el alcalde Marcos Serra, y la concejala Prats nos ponían al corriente de la situación. Durante la misma, la única persona que tenía algo de información que aportar (aunque sólo ha contactado con la empresa gestora desde la convocatoria de huelga) era el señor alcalde, no siendo así el caso de la concejala al mando de las competencias en educación y, por tanto, la primera responsable en resolver esta crisis. Ella se ha limitado a ridiculizar a las familias que tenía delante, mostrando una falta de educación y saber estar en todo momento. Pero sin nada que decir, nada que aportar y ninguna solución que ofrecer.
Señora Prats, muchas personas consideramos que si no está capacitada para ejercer su puesto, un puesto que financiamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos, debería plantearse seriamente dimitir, dejando así la vacante libre para que alguién con más interés y capacidades tome las riendas de la situación y nos dé a las familias una solución real ya. Estamos en plena temporada estival, con servicios mínimos que no se acercan ni de lejos al “servicio de calidad” que La Productora dice ofrecer. La conciliación se vuelve aún más insostenible que antes. Necesitamos que se tomen medidas ya, que se investiguen los indicios de negligencias por parte de La Productora, necesitamos que se atiendan de verdad las peticiones de las educadoras para poder llegar, así, a un acuerdo favorable para ambas partes. Y se necesita ya. No en cuatro meses, no cuando se firme un nuevo convenio que aún no tiene ni borrador. Se necesita todo YA.
Recuerden señores políticos, ustedes están para servir al pueblo, no el pueblo al político. Nosotros os ponemos con nuestros votos en vuestros asientos, pero también os quitamos de ellos, puesto que la democracia (que etimológicamente proviene del griego antiguo “demos”, pueblo y “kratos”, poder o gobierno) es eso, el poder del pueblo.
Educadoras de la Escoleta Municipal de Can Coix, las familias y el pueblo está con vosotras, no estáis solas, porque esta lucha es de todos. Vuestras mejoras laborales, serán la mejora de la atención educativa que reciban nuestros hijos e hijas. Y no olvidemos que lo más importante, son ellos.
Laura Moreno Castro