La ONG Caminando Fronteras ha contabilizado 328 personas muertas en la ruta migratoria con origen en Argelia entre enero y mayo de este año, según recoge la entidad en su último informe.
En total, 1.865 personas provenientes de 22 países han fallecido en los primeros cinco meses de 2025 en trayectos con destino a España desde distintas rutas migratorias, el 80 % de ellas en la ruta atlántica con destino a Canarias.
La organización ha analizado 113 tragedias, que se han saldado con la muerte de 342 menores de edad y de 112 mujeres.
Una vez más, la ruta atlántica continua siendo la más letal, con 1.482 fallecidos en embarcaciones partidas desde sobre todo desde Mauritania, pero también desde Senegal, Gambia y Marruecos con destino a Canarias.
Según el informe, los fallecidos proceden de 22 países distintos, no solo africanos, sino también de Afganistán, Pakistán, Siria o Bangladesh.
Un total de 38 embarcaciones ha desaparecido con todas las personas a bordo y la mayor parte de las muertes ocurrieron en enero (767) y febrero (618).
Además de los 328 víctimas mortales de la ruta argelina con destino a Baleares y el levante peninsular, se han contabilizado 52 fallecidos en el trayecto que atraviesa el Estrecho y 3 en el del Mar de Alborán.
La que parte de Argelia, según Caminando Fronteras, destaca por la falta de activación temprana de medios de rescate ante las alertas y una ausencia de protocolos conjuntos ante una débil colaboración internacional con el país norteafricano, algo que es un factor clave en los numerosos casos de desapariciones en este trayecto.
Los investigadores subrayan que casi la mitad de las tragedias analizadas tuvieron lugar como consecuencia de las políticas de control fronterizo y la degradación de los estándares de protección de la vida en el mar.
En el caso de la zona del estrecho de Gibraltar, Caminando Fronteras ha indicado que la presencia de cuerpos en avanzado estado de descomposición y sin posibilidad de identificación «dan cuenta del abandono institucional sistemático».
Por esa razón Helena Maleno, coordinadora de la investigación, ha señalado la importancia de no normalizar estas cifras a pesar del descenso en el número de muertes en relación con el mismo periodo de 2024, y ha instado a que los países «protejan la vida de todas las personas por encima de las medidas de control migratorio».
Caminando Fronteras advierte de que muchos casos deshidratación e inanición podrían evitarse ante respuestas más rápidas y coordinadas, y lamenta el enfoque restrictivo adoptado por los servicios de rescate, al considerar como urgencia real de intervención el riesgo de hundimiento inminente.
Por otro lado, el informe resalta «una profunda opacidad de información que impide reconstruir con precisión las tragedias» ocurridas en el Mar de Alborán, a la que llegan todos los años personas «en condiciones de extrema vulnerabilidad y desinformación».
EFE