Han pasado ya dos meses desde que se cerró el paso a personas a la playa de es Bol Nou, en la zona conocida en su conjunto como Sa Caleta. Una medida del Ayuntamiento de Sant Josep para garantizar la seguridad, siguiendo las indicaciones del informe emitido por la Demarcación de Costas, que advertía del riesgo de desprendimientos en la zona.
El Ayuntamiento de Sant Josep afirma que ya están trabajando para mejorar la seguridad. «Se harán actuaciones pero se tiene que estudiar muy bien lo que se hace, porque el terreno es muy arcilloso, de modo que se tienen que hacer los estudios correctamente para poder hacer esa consolidación [del acantilado]», explica a Noudiari el alcalde, Vicent Roig.
Insiste, además, en que no solo es una cuestión que afecte a la playa sino que precisamente sobre el acantilado está «nuestra joya, que es el yacimiento de Sa Caleta y que también hay zonas ahí que corren un poco de peligro, con lo cual aquí hay que garantizar nuestro pasado y futuro», insiste.
Por su parte, vecinos de la zona y usuarios de la playa están recogiendo firmas para instar al Ayuntamiento a buscar una solución efectiva y más rápida. “La preocupación es máxima ya que en dos meses no se ha planteado aún ni una sola idea de solución”, explican a Noudiari los afectados.
“La zona depende primeramente de Demarcación de Costas y, después, de Medioambiente… y la gestión la hace el Ayuntamiento. Todos en la zona sabemos la extrema lentitud con la que se mueven estas dos primeras administraciones para poder ejecutar proyectos”, advierten. Por ello temen que la reapertura se eternice.
Los bañistas, además, no han dejado de acudir a la playa, saltando la valla de protección, como explica Noudiari, algo que actualmente está completamente prohibido y que supone un peligro. También acuden a las inmediaciones de esta zona de la costa, y ahora se sitúan en las casetas de pescadores, que han detectado momentos de bastante masificación y, lo que es peor, en otros rincones, como Can Toni Fita (uno de varios rincones de la isla que se conocen también como Sa Cova de ses Dones), a mitad de camino entre sa Caleta y es Codolar, donde también hay serio peligro de desprendimientos. Pero la pregunta es: ¿volverá a abrir al público esta playa?
«Lo que tenemos que hacer es intentar actuar y dar seguridad y garantías. Hacía muchos años que había ya avisos de que la zona estaba mal y decidimos actuar antes de que pasara algo como pasó en Formentera [en referencia al terrible suceso de 2024, cuando una bebé de dos meses murió aplastada al caer sobre ella un saliente de los recovecos que hay en la zona de Migjorn de Formentera]», añade el alcalde.
Al respecto, los vecinos responden: “Estamos de acuerdo en actuar antes de que se pueda repetir una situación como la de Formentera. Lo fundamental ahora es crear perímetros de seguridad para que los vecinos puedan disfrutar de una playa de arena, lo que claramente es posible. La solución de intervenir sobre el acantilado es una obra mayor”, añaden.
Advertencia sobre actividades de riesgo
Por otra parte, el alcalde Vicent Roig se muestra preocupado también por las actitudes temerarias e inconscientes de algunas personas que visitan las zonas más escarpadas de la costa josepina. «Parece que hay gente que aprecia poco su vida. Vemos cosas, tanto en la zona de la costa de Cala d’Hort como de Cala Llentrisca, que son incomprensibles. No alcanzo a entender cómo se exponen a determinadas cosas, sin equipos adecuados, haciendo barranquismo en chancletas, e incluso a veces con menores», lamenta el alcalde que recuerda que esas irresponsabilidades se saldan invirtiendo medios públicos importantes para los rescates. «¿Tenemos 84 kilómetros de costa y tenemos que elegir los 6 kilómetros que tienen barranco?¿De verdad?», se pregunta Vicent Roig.