¿Quién compone los éxitos de los grandes DJ’s? Los ‘negros’ musicales salen del armario

R. Beltrán/ La sombra de la duda se cierne sobre la autoría de los hits de los DJ más conocidos del mundo. La web especializada en música electrónica Crossfadr ha tirado de la manta y ha dejado al descubierto una trama de productores y autores que crean los temas que después firman algunos de los grandes del dance, quienes se limitan a poner su nombre y su cara para hacer que el tema escale posiciones en las listas de ventas.

El mundo de la creación artística siempre ha convivido con la sospecha de los ‘negros’, es decir, personas que escriben, cantan o componen pero cuyo nombre se silencia, ya que por contrato su obra irá firmada con otro nombre que ya se ha convertido en una marca. De este modo, las industrias culturales se aseguran unas ventas sobre una obra que, si fuera firmada con el nombre de su autor original, ni se acercarían a la cifra alcanzada por el reclamo del autor-marca. Y ahora es el momento en el que también se ha puesto en duda el trabajo de los DJ, tal y como se revela en el artículo de Crossfadr. Según TranceAddict.com, otra web centrada en el sector, en los mentideros del tecno se cuenta que Tiësto no tiene ni idea de producción y ha de contratar a un productor ‘fantasma’ para sus temas, al igual que Sasha y Paul Van Dyk. Otro de los que esconderían su falta de destreza como productor sería Paul Oakenfold, quien incluso obligaría a la gente que trabaja para él a firmar un contrato en el que se comprometerían a no revelar de ningún modo que ha producido para él. TranceAddict.com va más allá y llega a afirmar que «Oakenfold es incapaz de escribir o producir ni una melodía».

«David Guetta no es ni músico ni técnico»
No hay como estar en la cresta de la ola para que las críticas florezcan por doquier. Sobre David Guetta también se ha proyectado la sombra de la duda. Joachim Garraud declaró en una entrevista en Ready2Move.be que él es el verdadero autor de Where Them Girls At?, uno de los hits más pinchados durante el verano de 2011. «David no es ni músico ni técnico. Él se acerca con ideas, ejemplos, texturas, sonidos… Pero en verdad soy yo quien está tras las máquinas, porque son mis máquinas y mi estudio», remarca Garraud tras años de colaboración con el DJ de ‘Fuck Me, I’m Famous’.

Desde la composición hasta la interpretación, pasando por la producción. Un ‘negro’ musical ha de dominar todas las fases de la creación de un tema. En algunas ocasiones, estos músicos salen a la luz para convertirse en DJ por ellos mismos o inician una carrera como reputados productores. Este es el caso de Alex Jones, según reveló a Mixmag en octubre del año pasado: «Lo hice en el pasado porque necesitaba el dinero. Muy a menudo, el cliente te pide ‘crear una bomba’, una expresión estúpida, y hacerlo en sólo un día por 150 o 200 libras esterlinas. En primer lugar, si pudiera escribir ‘una bomba’ en un día, no estaría aquí sentado contigo. En segundo lugar, jamás diría que he escrito ‘una bomba’ porque al usar ese término lo que realmente quieres decir es ‘méteme en el top de las listas para que pueda viajar por todo el mundo, ver mi foto en las revistas y dar un empujón a mi estatus social». Jones se muestra implacable con quienes fueron sus clientes y, aunque no da nombres, sí señala que el gigantismo que afecta a su ego va unido a su carencia de talento.

En los últimos años las cabinas de DJ han dejado de ser territorio exclusivo de los grandes de la música electrónica. Son muchos los personajes famosos que se han sumado a la moda de pinchar en algunos de los clubes más conocidos del mundo, como Paris Hilton, quien amenaza con poner su música en Amnesia. No es un secreto que los profanos en la materia acudan a compositores y productores profesionales. Sin embargo, resulta mucho más grave que algunos de los DJ más conocidos y bailados del planeta no sean más que marcas prefabricadas que se limitan a poner su nombre a las creaciones de otros y a pasearlas de pista en pista.