
La misma historia de siempre cuando caen lluvias intensas: de nuevo se ha cerrado durante la tarde del sábado el tramo de la autovía del aeropuerto que pasa por Sant Jordi. En esta ocasión no se inundó, pero la circulación se desvió por el casco urbano del pueblo ante el riesgo de que vuelviera a quedarse impracticable por las balsas de agua. Una historia que se repite regularmente desde la apertura de esta vía en 2007 y cuyas deficiencias no han sido aún subsanadas.