Ibiza parece dividirse entre los que no entienden una puesta de sol sin música y los que defienden a capa y espada que las playas son para el silencio, la siesta y el sonido de las olas.
La polémica ha estallado en Instagram, donde un creador de contenido, Carlos Primo, ha publicado un vídeo criticando los precintos de equipos de música en locales como Sa Trinxa de Ses Salines o Ashram, de Platges de Comte, y afirmando que “la figura del DJ es parte de la esencia de las islas”. La puesta en escena del vídeo corto de ficción que ha creado es la de un dj pinchando junto a una playa que es interrumpido por un agente de Medio ambiente que le dice que la música «molesta a los peces». El vídeo va acompañado de este texto: «Ibiza y Formentera siempre han sido música, gastronomía y calas. Tres pilares que han dado forma a la esencia de estas islas y que enamoran al turismo desde hace décadas. Hoy, una de esas piezas fundamentales, la figura del DJ, parece desaparecer de muchos locales. Y con ella, se apaga un poco de la magia que hizo a nuestras islas únicas. El turismo nos visita buscando esa esencia: experiencias auténticas, respeto al entorno y propuestas locales que cuidan lo que tenemos. Siempre de manera responsable, siempre dejando la isla más limpia y cuidada. Pero no podemos olvidar que vivimos del turismo. Y que lo que nos hace especiales no son las restricciones, sino mantener vivas nuestras tradiciones», relata.
El discurso no ha tardado en recibir comentarios de todo tipo: desde los que, al igual que el creador de contenido, lamentan los atardeceres sin música, hasta los que reivindican poder tumbarse en la arena sin “plaga de decibelios”.
Los defensores de la música afirman que Ibiza sin DJs “pierde magia” y que el turismo busca precisamente esa mezcla única de cultura, gastronomía, calas y ritmos electrónicos. Los críticos, en cambio, tiran de ironía: “La esencia son las calas, la cultura payesa y la gente, no los DJs”, “al fin podremos echar una siesta en paz”. Y no se cortan al criticar el vídeo: «Vaya panda de garrulos. La música nunca ha sido la esencia de la isla, sino un vehículo para los que han visto una mina de oro en el sector del ocio (locales y extranjeros); sí era esencia la sensación de libertad y la autenticidad, que nos habéis arrebatado a lo largo de los años».
E incluso hay quien pone el dedo en la rumorología que corre este año por la isla: “esto es quitar competencia para beneficiar a las macrodiscotecas”.
Mientras unos piden recuperar la libertad perdida y otros aplauden la paz recién conquistada en algunas playas, lo cierto es que la eterna pregunta vuelve a sonar con fuerza: ¿DJs en chiringuitos sí o no?







és chumba chumba sobre a un lloc no adecuat
tot és pot fer amb moderació i regulat, però dones sa mà i te agafen és bras, així de facil
NO.
No.
chund chunda en discotecas.
playas libres d música y de beachclubs y solo chiringuitos con precios asequibles para los residentes.
turistas a hoteles. viviendas para residentes.